Más de tres años después, un periodo de retrasos y cierta polémica, la estatua del Tío Jorge ya descansa de nuevo en el parque que lleva su nombre. La recolocación de la figura restaurada (había sufrido los efectos del vandalismo) del héroe de los Sitios en su emplazamiento original marcó una jornada festiva y con un fuerte simbolismo para los vecinos del Arrabal. Ayer se cumplió el 202 aniversario de su fallecimiento.

La jornada, organizada por la Asociación de Vecinos Tío Jorge Arrabal, comenzó con un tributo al personaje más importante del barrio: la colocación de dos coronas de laurel, una bajo la placa de la casa del Tío Jorge, ubicada en la calle de Ibort, y otra a los pies de la estatua, en el parque.

En la comitiva que acudió al espacio público estaban miembros de la Asociación Cultural Royo del Rabal, con trajes aragoneses de época; los Voluntarios de Aragón, con ropa castrense; la Asociación Cultural Los Sitios, la del Tío Jorge y la banda del club social de trabajadores municipales. Entre los asistentes figuraron Lola Ranera, presidenta de la junta de distrito, y Antonio Mostalac, director general de Cultura.

Por la mañana se dispararon salvas de honor, hubo jotas, pasodobles y, para finalizar, se intrepretó el 'Canto a la libertad' del recientemente fallecido José Antonio Labordeta.