TARAZONA

Leche fresca de la granja al cliente

La ciudad del Queiles cuenta desde ayer con la primera máquina expendedora de leche pasteurizada de todo Aragón, inciativa extendida en el resto de España. La inauguración atrajo a numerosos vecinos.

Leche fresca de la granja al cliente
Leche fresca de la granja al cliente
NORA BERMEJO

Aquellos que quieran beber leche fresca de verdad, como recién ordeñada, pueden pasarse por Tarazona, donde ayer se inauguró la primera máquina expendedora de leche pasteurizada de Aragón. Es la forma más parecida a poder beber leche como se hacía antiguamente, con el sabor del que disfrutaron nuestros padres y abuelos.


La iniciativa, innovadora en Aragón aunque en el resto del país ya hay unas 500 máquinas, parte de un empresario ganadero navarro. "Coloqué hace unos meses otra máquina en mi pueblo, Cascante, y ha ido muy bien, hubo una gran aceptación por parte de los vecinos, y lo que yo tengo entendido es que la gente está muy contenta y que el producto es bueno. Trabajamos para que sea inmejorable", dijo Andrés Planillo.


Aunque la expectación fue enorme durante toda la mañana en la ciudad del Queiles, el momento de mayor revuelo fue cuando llegó una vaca para posar ante las cámaras (las de los medios de comunicación y las de los vecinos) junto a la lechería con servicio automático.


El animal estaba bastante tranquilo pese a ser el centro de atención. Sarica, así se llama la que acudió a la presentación de Tarazona, parecía estar habituada a ser la protagonista, como una estrella de Hollywood. En sus minutos de fama lució diferentes medallas. La leche de la máquina procede de vacas campeonas. Sarica, que está preñada de cuatro meses, quedó tercera en el campeonato de Europa celebrado en Italia y subcampeona de novillas de España el otoño pasado.

"En Italia hemos ganado premios a nivel europeo con nuestras vacas y allí es donde descubrí el tema de las máquinas expendedoras de leche, así que está todo un poco relacionado. Después de darle muchas vueltas a la cabeza, por fin ya está instalado todo", recordó el ganadero.


Parece que el éxito está asegurado, si se tiene en cuenta la masiva afluencia de público que hubo ayer. Todos los asistentes pudieron probar la leche y recibieron una botella de plástico que llenaron de forma gratuita. El sabor convenció a todos. "Me parece estupendo que lo hayan puesto, tiene un sabor fresco, agradable, y natural y además puedes venir a por leche en cualquier momento del día", comentó una vecina.


Se venderá a un euro el litro, y muchos prometieron repetir dada la calidad del producto. "La diferencia entre esta leche y la de los supermercados es que al ser de la propia granja sabes en todo momento de donde procede. Además, la pasteurización es un mínimo tratamiento térmico que garantiza que las características organolépticas de la leche (sabor, color, textura, olor) sean las de la leche natural", aseguró el empresario navarro. La intención es reponer la máquina a diario, ya que como mucho se puede dejar un depósito dos días porque la leche tiene una caducidad de cinco o seis días. Tiene capacidad para 440 litros y se pueden meter dos depósitos.


Menor uso del 'tetrabrik'

Aunque ayer se regalaron, a modo de promoción, los envases entre todos los asistentes, y el puesto de lechería incluye un dispensador de botellas de plástico, la idea es prescindir del 'tetrabrik', en la medida de lo posible, y recuperar la lechera de toda la vida, una propuesta menos perjudicial en el plano medioambiental. "Lo que queremos conseguir con estas máquinas es que no se consuma tanto envase, que la gente venga como antaño con su lechera o con un recipiente que lo reutilice para la leche, sé que es difícil porque estamos acostumbrados al 'tetrabrik'. Nosotros como opción hemos puesto las botellas por si alguien no tiene envase en ese momento, para que se pueda llevar la leche", afirmó el cascantino.


La anécdota de la jornada fue que el ganadero recibió felicitaciones por partida doble. Ayer fue un día muy ajetreado y especial para él, ya que fue padre por segunda vez. "Ha sido una casualidad, a las 2.00 de la madrugada se ha puesto mi mujer de parto y ha habido que estar toda la noche en el hospital, pero estamos contentos porque ha salido todo muy bien", contó Planillo. Un bebé que en vez de llegar con un pan bajo el brazo, como reza la tradición, lo ha hecho con un buen vaso de leche.