La situación económica del Consistorio bilbilitano y la necesidad de reducir el gasto en personal ha generado incertidumbre y nerviosismo entre la plantilla municipal. Según el equipo de gobierno, cada mes se genera un déficit de medio millón de euros, lo que es insostenible y obliga a adoptar recortes para poder seguir pagando las nóminas.

El coste de los salarios del Ayuntamiento, incluida la Seguridad Social, asciende cada mes a 800.000 euros y esta partida supone 10.413.463 euros al año, el 48% del presupuesto (21.682.583).

Los ingresos con los que se puede asumir ese coste, los procedentes del Ministerio de Economía y, principalmente, los recursos municipales propios por tributos e impuestos, han caído notablemente generándose ese agujero. Con estas cifras el equipo de gobierno PSOE-PAR ha advertido que habrá que adoptar medidas.

Hasta ahora no se ha concretado en qué van a consistir ni se ha cuantificado el número de trabajadores afectados, o de qué áreas, lo que alimenta el nerviosismo entre la plantilla. El 29 de octubre no se renovaron los contratos de cinco trabajadoras (cuatro de la residencia de mayores y una del área de recaudación) que tenían contratos temporales, aunque una llevaba siete años empleada.

El alcalde de Calatayud, Víctor Ruiz, afirmó hace unos días que las medidas van a intensificarse. “Si no pudiera pagar las nóminas tanto los trabajadores como la sociedad bilbilitana se me echarían encima”, enfatizó, y apeló a la responsabilidad de quienes gobiernan y a los recortes que aplican todas las administraciones.

Se refería a situaciones como aquellas en las que personas que entraron en su día para cubrir cargas de trabajo extraordinarias o bajas continuaban posteriormente en su puesto aunque no fuera necesario. “Eso es insostenible a nivel administrativo y económico”, incidió Ruiz.

Para el sindicato CSIF, las medidas pasan por eliminar al personal de libre designación, quitar complementos de libre atribución o no abonar la asistencia a comisiones ni tribunales. Desde el Consistorio insisten en que se pidió a los trabajadores que hiciesen sus propuestas sin obtener respuesta.