TRIBUNALES

La Audiencia condena a un guardia civil por acusación falsa y mentir en un juicio

El tribunal afirma que usó a un confidente para que pusiera droga en el coche de un vecino de Borja.

La Audiencia Provincial de Zaragoza ha condenado al guardia civil Rafael R. A. a un año y medio de prisión como autor de un delito de acusación falsa y otro de falso testimonio. También le impone dos multas que ascienden a 3.240 euros. El tribunal considera probado que el funcionario utilizó a un confidente para que colocara veinte gramos de 'speed' (anfetamina en polvo) en el coche de un vecino de Borja al que quería detener porque le "estaba dando mucho trabajo" y porque creía que tenía en su poder una escopeta de cañones recortados que el agente quería localizar.

La sentencia de la Sección Tercera condena igualmente al confidente, Luis C. P., por acusación falsa aunque le aplica la atenuante muy cualificada de confesión y le impone dos meses de cárcel -que podrá sustituir con una multa de 360 euros-, así como otra sanción económica de 1.080 euros. El tribunal absuelve a Raimundo G. C., primo del confidente, porque no tuvo nada que ver con este asunto.

Los hechos se produjeron entre enero y febrero de 2007. En aquella época, Rafael R. A. trabajaba como policía judicial y utilizaba confidentes, entre ellos al mencionado Luis C. P., al que propuso que le ayudara a detener a José Antonio A. Para ello, citó al colaborador en un polígono y le entregó una bola de 'speed' y le dijo que la dividiera en gramos y colocara las papelinas en su coche. Luis C. P. hizo lo que le pidió y puso 15 bolsitas en el vehículo de José Antonio A. Al día siguiente, el confidente, arrepentido, se lo contó a su primo. En ese mismo momento recibió una llamada del guardia civil preguntándole que si sabía donde estaba José Antonio A., conversación que escuchó también Raimundo G. C. Tras indicarle dónde podía encontrarlo, el agente montó un dispositivo con la excusa de comprobar unas motosierras que el vecino de Borja llevaba en el coche. Al registrarlo, hallaron el speed y lo detuvieron. Pero antes de ser juzgado esta persona por tráfico de drogas, Luis C. P. contó en el juzgado lo ocurrido, lo que sirvió para absolver a José Antonio A. y abrir un proceso contra el guardia que ahora se ha saldado con su condena a año y medio de prisión.