CAPITALIDAD CULTURAL

Un puñado de pistas para 2016

Liverpool, en un taller sobre 'eventos que transforman ciudades' reveló ayer cuáles fueron su bazas para conseguir la capitalidad cultural europea hace dos años.

Entre el batiburrillo de logotipos que podía verse ayer en el Auditorio de Zaragoza (el propio de Eurocities, el mismo pero en su versión 'asamblea de Zaragoza', la marca de ciudad...), entre todos los logos -decimos-, sobresalía uno: el de Zaragoza 2016. Es uno de los proyectos estratégicos de la ciudad, que vendría combinado -además- con una transformación urbanística al crearse en el casco histórico lo que ha dado en llamarse el 'barrio Erasmus'. Así las cosas, no es de extrañar que uno de los talleres que más atención mediática acaparó ayer fuera el titulado 'Eventos internacionales que transforman ciudades'.


En este foro, Múnich relató su experiencia como una de las ciudades organizadoras del Mundial de fútbol de 2006. Henriette Wägerle, directora de Asuntos Europeos de la urbe germana, comentó cómo se reciclaron los equipamientos de los Juegos Olímpicos de 1972 y cómo se crearon otros espectaculares como el Allianz Arena, el estadio donde ahora juega el Bayern.


Después de la intervención bávara, tomó la palabra Martin Eyres, jefe de Asuntos Europeos de la ciudad de Liverpool, y desgranó las claves por las que Liverpool fue designada capital europea de la cultura en 2008.


"No era la favorita, había otras ciudades mejor situadas que parecían partir con ventaja como Newcastle o Bristol, pero Liverpool se llevó el gato al agua por la implicación de sus ciudadanos y por ser un proyecto sostenido en el tiempo", comentó Eyres.


La delegación llegada de la cuna de los Beatles calcula que la ciudad recibió un total de 3,5 millones de euros de inversión (la mayor parte de la UE) y que de su programación cultural disfrutaron diez millones de personas. Evidentemente, los datos de turismo se dispararon y la ocupación hotelera -el número de camas se duplicó para la ocasión- logró un récord del 81% durante los seis meses de capitalidad.


"Vivir emociones"

Acaso lo más interesante y original de su propuesta fue que, desde que fue designada en 2003 hasta el acto de inauguración en 2008, su programación cultural fue 'in crescendo' y dedicó cada año a un tema diferente. Una vez concluido 2008, con 7.000 eventos y la participación de 10.000 artistas, la ciudad se siguió vendiendo como "un destino en el que vivir muchas emociones".


Para 2008 Liverpool construyó un nuevo museo, albergó exposiciones que de otra manera difícilmente pudieran haberse asomado a la ciudad (la de Gustav Klimt fue de las más exitosas) y fue escenario de la gala de los premios MTV de aquel año. Esta programación, sumada a los muchos actos callejeros y al elevadísimo grado de apoyo social que tenía la candidatura, hicieron que se recuerde a Liverpool como una de las mejores capitales culturales hasta la fecha.


Zaragoza aprovechó para recordar que la fuerza de los voluntarios también fue esencial en nuestro 2008 y que de cara a 2016 mantiene el propósito de 'echar el resto' -por ejemplo, vía redes sociales- en lo que a participación ciudadana se refiere.