DENUNCIA CIUDADANA

"El camino a Rodanas es un peligro"

Un zaragozano que tiene casa junto al santuario critica el mal estado de la vía de acceso, muy utilizada por vecinos, excursionistas y escolares.

Este puente es estrecho, tiene grietas y la valla rota.
"El camino a Rodanas es un peligro"
FÉLIX MARTÍN

El Santuario de Rodanas, a unos 16 kilómetros de Épila, es un sitio agradable para pasar el día y comer al aire libre. Hay una zona de pinares y merenderos en torno al antiguo monasterio. Excursionistas y escolares acuden a Rodanas, sobre todo en época de buen tiempo. También hay viviendas pertenecientes a familias de Épila, una pequeña urbanización y un restaurante. Lo malo es llegar hasta allí.

Un camino sin asfaltar une Épila y el santuario. El peor tramo son los últimos 5 kilómetros, desde el cruce con la carretera A-121 hasta Rodanas. "Es un camino sin asfaltar, mal señalizado, con baches, desniveles, zanjas a los lados? Es un peligro. Y es una vergüenza y una irresponsabilidad que las instituciones permitan que se encuentre en este estado", denuncia Félix Martín, un zaragozano usuario habitual de esta vía.

Félix ha hecho un estudio de este camino, y lo ha enviado al Ayuntamiento de Épila, a la Diputación Provincial y al Gobierno de Aragón para exigir soluciones. Uno de los puntos más peligrosos, según él, es el acceso desde la carretera al camino. "No está señalizado. Hay que atravesar la línea continua para acceder al camino", apunta. Y el punto más crítico es un puente sobre un barranco. "Es estrecho y solo puede circular un vehículo. Las vallas protectoras están rotas y hay muchas grietas", señala.

"Por este puente pasan autobuses de escolares que van a visitar el santuario y corren un gran riesgo. Ya he visto coches accidentados en este camino. Por seguridad vial y por interés cultural, deberían asfaltar y adecentar la vía hasta el Santuario de Rodanas", asegura Félix Martín.

"Es un camino de toda la vida que vamos adecentando poco a poco. Con ayuda de la DPZ hemos empezado a asfaltar por la parte de abajo, cerca de Épila. Pero los vecinos de Rodanas quieren que asfaltemos primero por arriba. Nuestra intención es arreglar todo el camino, pero tardaremos unos años", explica Martín Llanas.

Unas 15 o 20 familias viven durante todo el año en las casas junto al santuario, aunque la mayoría se utilizan como segunda residencia. En fin de semana hay mucha afluencia de vecinos y visitantes.