TODOS LOS SANTOS

El éxodo del puente resta visitas al cementerio

La mayoría de los zaragozanos se ha acercado entre semana para así poder viajar estos días.

El éxodo del puente resta visitas  al cementerio
El éxodo del puente resta visitas al cementerio

El día 30 de octubre, al entrar al cementerio de Zaragoza, el olor de las flores ya impregnaba el ambiente. Todavía faltaban dos jornadas para el día de Todos los Santos, pero un elevado número de zaragozanos ya había ido a visitar a sus seres queridos. Los cubos de basura llenos hasta los topes de flores y plásticos lo confirmaban.


Al caer Todos los Santos en lunes, muchos ciudadanos subieron a Torrero durante la semana y así aprovechan los tres días de puente para hacer una escapada. "Me voy al pueblo mañana y antes he venido a ponerle flores a mi hijo, que murió cuando tenía 19 años", contó Santiago Chueca. "Vine el jueves a limpiar el nicho y ya había mucha gente", explicó Sandra Iturbe.


Otra de las causas del 'adelanto' de fechas en la tradicional visita a los difuntos se debe al gran número de personas que llenan el cementerio el día 1 de noviembre. Por ejemplo, Juan Luis Vives fue ayer a Torrero con su familia ya que su suegra "está muy mayor y es prácticamente imposible venir el día 1". Sin embargo, hay quien no falta a la cita. "El lunes volveremos a subir, pero así ya los tenemos arreglados (los nichos)", dijo ayer Mª Carmen García.


Las condiciones meteorológicas también influyeron en la decisión de subir al cementerio días antes de la fiesta. "Anunciaron lluvias para el lunes", dijo José Antonio Jaso.


El memorial inaugurado el pasado miércoles, que recuerda a las víctimas del franquismo, fue muy comentado. "¿Y esto qué es?", preguntó un anciano. Otros muchos, que sí conocían su existencia, también conversaron sobre él. Milagros Glaría señaló: "Lo tenían que haber hecho hace mucho tiempo". Resurrección Litago aseguró que le parecía muy buena la idea, ya que "así los familiares tienen un lugar donde llorar a sus fallecidos". De hecho, numerosas placas de los 3.543 fusilados ya lucían flores ayer. Un clavel rojo, junto a una margarita amarilla y unas violetas formaban un ramillete que recordaba a la bandera de los republicanos.


Las escaleras para acceder a los nichos más altos siguen siendo motivo de queja entre los zaragozanos. "Hay que mejorar las escaleras porque tiemblan y son muy empinadas", señaló Carlos Espada. "Para moverlas hay que estar muy fuerte, podrían engrasarlas por lo menos estos días", dijo Araceli Sánchez-Paniagua. Mientras, sus hijos, Guillermo y Carlota, se divertían subiendo y bajando los peldaños.


La zona de aparcamiento también disgusta. "No veo lógico que tengas que estacionar tan lejos siendo que hay sitio suficiente", dijo Mª Jesús Más. Pero no todo son quejas, las floristerías sonríen cada año en estas fechas, ya que la venta aumenta exponencialmente. "Estos días son los más fuertes", dijeron las dueñas de Estatuet, una de las floristerías sitas en la puerta del cementerio.


Las flores del recuerdo. Un gran número de nichos del cementerio de Zaragoza ya lucían ayer unas olorosas y coloridas flores. Los familiares subieron entre semana a Torrero para honrar a sus difuntos.