Que la coalición municipal PSOE-PAR, que encabeza el alcalde Juan Alberto Belloch, está cada vez más aislada es algo que se ve hace meses. Pero ahora se va a evidenciar mucho más. La proximidad de las elecciones y el agujero económico en el que se encuentran las arcas municipales van abrir aún más la brecha entre gobierno y oposición y amenazan con dar por finiquitada la actual corporación a siete meses de las elecciones de mayo de 2011.

Uno de los ejemplos de la situación de debilidad que atraviesa el gobierno se verá hoy en la aprobación de las ordenanzas fiscales en la comisión de Economía. A regañadientes, el PSOE dará el visto bueno a una propuesta de subida de tributos impuesta íntegramente por IU y en parte también por CHA. Lo hará por la mínima, contando con el voto en contra de su socio el PAR al incremento del IBI a las grandes empresas y sin elevar un 5% las tasas de agua y basura, tal y como pretendía.

Tras la ratificación de una propuesta fiscal que no es la suya, el alcalde Belloch empieza a asumir que no podrá aprobar el presupuesto municipal de 2011 y que tendrá que prorrogarlo al menos seis meses, hasta que pasen las elecciones. IU, el aliado presupuestario de los últimos dos años, dirá no al PSOE en esta ocasión, salvo sorpresa mayúscula.

En la decisión del portavoz de IU, José Manuel Alonso, se conjugan aspectos tácticos y electorales: el principal es ahondar en el progresivo distanciamiento de los socialistas para atraer, aunque sea mínimamente, a su bolsa de abstencionistas del PSOE. Para IU, las ventajas de apoyar al PSOE ahora son mínimas. Hay poco que rascar, por lo que el apoyo debería ser casi gratis. Además, en IU consideran que el PSOE ha vulnerado el acuerdo presupuestario para este año, al destinar fondos a Expo Paisajes 2014.

Con un PP que no dará ni agua a Belloch, la única opción para los socialistas es CHA, grupo al que intentan engatusar con una posible alianza tras los comicios de 2011. Pero para la formación que lidera Juan Martín en el Ayuntamiento, dar un giro en la línea más o menos homogénea que ha mantenido en su oposición al gobierno podría ser contraproducente a pocos meses para las elecciones. Y también busca la diferencia con el PSOE en la caza del voto.

La decisión de prorrogar los presupuestos dejará colgados todo tipo de convenios y subvenciones, bloqueará las inversiones y, aunque haya apaños, dificultará las relaciones del Ayuntamiento con el tejido asociativo, que sin ayudas públicas no puede subsistir. Esto, sumado al divorcio que se ha producido con el sector empresarial por la subida de impuestos, coloca a Belloch en una situación delicada hasta las elecciones.

Pero los presupuestos no son el único asunto bloqueado. El gobierno de Belloch ya ha visto frustrados sus intentos de crear una corporación de empresas públicas para reorganizar la gestión municipal en patronatos y sociedades. Y ahora le va a tocar a la orla este: parece remoto que la oposición permita una recalificación residencial en la huerta de Las Fuentes a pocos meses de las elecciones. Por último, los pocos plenos que quedan seguirán siendo una herramienta de desgaste del gobierno, que saldrá trasquilado en más de una ocasión.

Ante esta situación, el PSOE busca refugio en la junta de gobierno, donde no hay oposición, para desatascar los asuntos pendientes. Se verá, por ejemplo, en la aprobación de los precios públicos del bus, que siempre se han llevado al pleno. La oposición se teme lo peor.