PRESUPUESTO PARA 2011

Gimeno empieza a pensar en la prórroga del presupuesto ante la falta de apoyos

El vicealcalde no presentará un borrador si no ve un cambio en la actitud de CHA e IU.

Lo da por imposible. El vicealcalde de Zaragoza, Fernando Gimeno, es consciente de que se queda sin opciones para que el Ayuntamiento disponga de un presupuesto en tiempo y forma en 2011 y está dispuesto incluso a no presentar un borrador de las cuentas si no ve un cambio de actitud en sus únicos socios viables, CHA e IU. Por lo tanto, para los socialistas, que gobiernan en minoría con el PAR, la única salida es la prórroga presupuestaria y esperar a que pasen las elecciones de mayo del próximo año para presentar las cuentas.


"De las conversaciones que he tenido deduzco que no hay apoyos. No hay garantías de llegar a buen puerto, por lo que habrá que esperar a junio", afirmó ayer el vicealcalde. La prórroga presupuestaria supondrá que solo se podrá gestionar el gasto comprometido y no se podrán hacer inversiones nuevas ni conceder subvenciones. Pero Gimeno no ve problemas, porque sabe que en 2011 la gestión presupuestaria será escasa al estar muy condicionada por la precampaña y la posterior formación del gobierno municipal.


Los motivos para descartar incluso un amago de negociación son diversos. A solo siete meses de la cita con las urnas, el PSOE es consciente de que el presupuesto no sería muy vendible: se prevé un recorte de un 7%, congelación de las partidas sociales y una inversión pírrica de alrededor de 40 millones de euros. Por lo tanto, CHA e IU tienen poco que rascar.


En esta coyuntura, el PSOE quiere evitar que la propia negociación presupuestaria se convierta en un arma de desgaste contra el gobierno no solo para CHA y para IU, sino para el PP. "No me voy a mojar presentando un presupuesto para que luego me digan que no", dijo.


Además, una prórroga presupuestaria favorecerá en definitiva los propósitos de ahorro que tiene ahora el equipo de gobierno, ya que solo se podrá ejecutar gasto obligatorio. Gimeno descartó apoyar modificaciones presupuestarias en el caso de que las propusiera la oposición.


Con el portazo al gasto que supondría la prórroga, Gimeno parece más preocupado por aminorar los problemas de ingresos. Este mes se aprobarán inicialmente las ordenanzas fiscales, con una subida general del 1,8%, pero con fuertes incrementos de IBI y del IAE a las grandes empresas. No se prevén cambios en la decisión más polémica, la de subir el 20% la contribución urbana a los inmuebles residenciales con un valor catastral superior a un millón de euros. Las críticas de la patronal a la medida han molestado mucho al gobierno municipal, que exige un cambio de actitud en los empresarios si quieren que se reduzca al 10% la subida del IBI. Si no se produce antes de la aprobación definitiva de las ordenanzas en diciembre, se mantendrán tal y como están.