FIESTAS DEL PILAR

El Consistorio estudia cómo hacer las fiestas atractivas para los jóvenes

En 2011 se prevé aprovechar mejor el Anfiteatro de Ranillas y se ampliará el mercado aragonés de las murallas romanas.

Satisfechos con cómo han transcurrido y, también, con la nota que los zaragozanos ponen a las fiestas (un 7,39, según sus encuestas) en el Ayuntamiento de Zaragoza ya han comenzado a evaluar qué aspectos pueden mejorarse de cara al Pilar 2011.

El concejal de Cultura, Jerónimo Blasco, confirmó ayer que a comienzos de noviembre se reunirá la comisión de seguimiento de las fiestas (en la que se encuentran representados comerciantes, peñistas, vecinos...) y se convocará una suerte de concurso de ideas para proponer novedades susceptibles de incluirse en los próximos festejos.

Una idea que maneja el propio Blasco es continuar incorporando el Ebro a los actos festivos, por ejemplo, aprovechando las infraestructuras de la Expo. Los espacios públicos del recinto de Ranillas cuentan, por ejemplo, con el Anfiteatro en el que este verano ya se volvieron a organizar conciertos. Blasco apuesta también por seguir potenciando la Ofrenda como acto central, después de que este 2010 se le haya dado 'visualización' al concentrar actuaciones folclóricas en las franjas de mayor audiencia televisiva para hacer que la Ofrenda traspase fronteras.

También relacionado con el folclore y la idiosincrasia aragonesa, las pasadas fiestas se convocó con éxito por primera vez el mercado aragonés de las murallas romanas. Por el rincón de San Juan de los Panetes pasaron más de 118.000 personas y fuentes municipales indican que esta cita se repetirá el año que viene, más ampliada, y cuentan -incluso- que ya ha habido grupos que han mostrado interés en reservarse un hueco para 2011.

El Consistorio también prevé analizar con calma las encuestas que este año, por primera vez, han pulsado la opinión de los ciudadanos. En estas se comprueba cómo los niños (menores de 14) y los mayores (entre 60 y 74 años) son quienes más disfrutan con las fiestas, mientras que el colectivo de entre 15 y 59 años se muestra más crítico con el modelo de fiestas. Aunque resulta difícil contentar a todos los públicos, el Consistorio se impone como reto mejorar sus notas y conseguir hacer las fiestas más atractivas a los treinta y cuarentañeros. Lo harán -dicen- potenciando la participación y a través de una programación cultural equilibrada.