Zaragoza superó el pasado mes de septiembre los 700.000 habitantes, una cifra redonda que confirma el sobresaliente crecimiento que ha experimentado la ciudad en los últimos años. ¿Se mantendrá en el futuro este ritmo? ¿Es viable una capital aragonesa con un millón de habitantes? De momento, solo hay proyecciones técnicas, pero todo apunta a que el casco urbano y su área metropolitana seguirán ganando población.

Ya lo dijo el alcalde Belloch. Hace unos meses, como quien expresa una aspiración cercana, subrayó que con la reconversión residencial de la orla este, desde San José hasta Vadorrey, y con la urbanización del corredor de la carretera de Huesca, la capital llegaría al millón de habitantes. En 2008, antes de la inauguración de la Expo, insistía en la misma idea: "Una ciudad de un millón de habitantes es ideal, según todos los expertos, si las cosas están planificadas. Tiene el número suficiente de masa crítica y referentes sociales y, sin embargo, ninguna de las pegas de una gran ciudad".

Hasta final de siglo

¿Pero se vislumbra ese millón de habitantes a medio plazo? La Fundación de Economía Aragonesa cree que, en un cálculo arriesgado, habría que esperar al menos hasta finales de siglo. Sí que vislumbra, en un periodo más corto, en la década de 2050, que la capital y los municipios del área metropolitana podrían sumar esa población. Pero son proyecciones llenas de incertidumbres.

Trabajando periodos más cortos y fiables, Zaragoza mantendrá su evolución demográfica actual. Según Fundear, la capital aragonesa tendrá en 2020 entre 731.578, si se mantiene constante el peso de la población en el conjunto de Aragón, y 745.004 habitantes, si no hay cambios en el ritmo de crecimiento de los últimos años. Si se tiene en cuenta que la ciudad había en septiembre 701.090 empadronados, el incremento en la próxima década oscilaría entre un 4,3% y un 6,2%, es decir, entre 30.000 y 44.000 habitantes.

"Se trata de cálculos conservadores. Cabe la posibilidad de que crezca más, ya que la población de Zaragoza es de las menos envejecidas", asegura la subdirectora de Fundear, la doctora en Economía Ana Gómez Loscos. Advierte además de un hecho en la evolución demográfica de la ciudad: en los últimos años el avance poblacional ya no está exclusivamente vinculado a la inmigración, sino que ya se nota un crecimiento vegetativo. "Y eso es muy positivo", dice.

Zaragoza ha tardado alrededor de 18 años en ganar 100.000 habitantes. Según el Ayuntamiento, en 1991 la capital aragonesa tenía 594.394 empadronados. En 1992, se saltó a los 600.892. Desde entonces casi todos los años se ha ganado población, con una media de unas 5.000 personas anuales. No obstante, ese crecimiento se ha concentrado en el siglo XXI. Entre 1991 y 2001, Zaragoza sumó 19.039 habitantes, mientras que entre ese último año y 2010 la población ha aumentado en 87.657. ¿Por qué? Por la llegada de la inmigración: el 1 de enero de 2002 había 24.473 extranjeros, en la actualidad hay 109.075.

La duda es si los flujos migratorios, que han perdido fuerza por la crisis, volverán a repuntar en los próximos años, si mejore la situación del mercado laboral. No en vano, si la ciudad ganó unas 8.000 personas desde enero de 2009 y septiembre de 2010, entre 2007 y 2008 el incremento fue de 15.249 personas, casi el doble.

Crece el área metropolitana

Pero si Zaragoza crece, el área metropolitana lo hace con más fuerza. "En los últimos años, la capital ha crecido a 1,3% anual, mientras que los municipios del entorno lo han hecho al 7,4%", dice Ana Gómez Loscos. "Y todavía hay margen en el corto o en el medio plazo", añade.

Los cálculos de Fundear apuntan a que la suma de la capital y su área metropolitana rondará los 800.000 habitantes en 2020 (798.845) y que se aproximará al millón de habitantes en 2050. Hay que tener en cuenta que el número de nacimientos en los 21 municipios de la mancomunidad central de Zaragoza ha aumentado casi un 50% en 15 años.

Mientras tanto, en el resto de Aragón la situación es bien distinta. Según datos del INE, la provincia de Zaragoza ganará población en 2020, pero Huesca habrá perdido 115 habitantes y en Teruel vivirán 4.658 personas menos.

En definitiva, los estudios y proyecciones confirman que el crecimiento demográfico de la capital se mantendrá, pero que será difícil llegar con rapidez a la cifra soñada por Belloch. Para conseguir esa aspiración, la de que Zaragoza se convierta en la tercera ciudad española, habrá que esperar todavía mucho.