Títeres y encantamientos

Las barracas de feria de antaño eran de lona y sillas de madera. Había enanos, gigantes, marionetas, leones y magos. Se instalaban en los alrededores de las ciudades y pueblos cuando se celebraban las fiestas patronales. El Parque Grande José Antonio Labordeta recupera ese ambiente festivo y se convierte durante el Pilar en el Parque de las Marionetas. Las barracas ahora son carpas de plástico, pero dentro siguen pasando cosas fascinantes: pulgas amaestradas, juguetes que cobran vida, caballos de madera que cuentan historias...

El Parque de las Marionetas está instalado en torno al Quiosco de la Música. Hay espectáculos gratuitos en distintos escenarios al aire libre. Hay programación de títeres en seis carpas (de pago, 2 euros) durante todo el día. Se puede jugar y tocar distintos artilugios en La Feria de los Imposibles. Se puede visitar la exposición de marionetas 'El desván de las ilusiones mágicas'. O simplemente disfrutar con los músicos, titiriteros y maquilladores que habitan estos días el Parque de las Marionetas.

Unos invitados de excepción son hoy los Titiriteros de Binéfar, que presentan nuevo espectáculo: 'En la boca del lobo'. Los Titiriteros (Premio Nacional de Teatro para la Infancia y la Juventud) han zurcido una nueva obra con antiguas historias, y en ella se mezclan zorros, lobos, brujas, gigantes y música. Será a las 11.00 y a las 17.00, en el escenario infantil al aire libre.

En las carpas (con nombres tan sugerentes como el Palacio de los Prodigios, el Teatro Melodías, el Salón de los Sueños, la Carpa Bagdad, el Circo de las Pulgas y el Grand Thèâtre Mecanique) se presentan varias actuaciones al día. Las sesiones tienen una duración aproximada de 20 minutos y cada barraca ofrece cuatro al día: 12.15, 13.15, 18.15 y 19.15. Este fin de semana estarán también las compañías Laitrum, Orquesta Zingarozana, Pizzicato Títeres, Irene Vecchia, Gerardo Capobianco, Jordit Regot y Anita Maravillas.

Las marionetas ya han hechizado a muchos niños. Y solo quedan dos días más hasta que termine el encantamiento. "Los cabezudos les dan miedo. A los chicos les gusta la música y las marionetas, por eso venimos aquí", cuenta Susana Rivas, mientras no quita ojo a Diego y Nadia, de 4 años, que trastean entre los títeres expuestos en la carpa del Desván de las Ilusiones Mágicas. "Venimos varias veces en las fiestas con los nietos. A ellos les gustan mucho las marionetas y así se quedan tranquilos un rato", comentan José Luis Beortegui e Isabel Díaz.

"Está muy bien que haya un espacio para las marionetas en las fiestas. Yo he venido cinco años, primero al Parque Pignatelli y ahora al Parque Grande. Vengo con mis marionetas de guante y de hilo. A los niños les gusta, algunos repiten y van a todo", señala Litus, un titiritero barcelonés habitual del Parque de las Marionetas.

Frente al Palacio de los Prodigios, una maquilladora monta una mesa morada, saca sus pinceles y sus tarritos de pintura. Una niña se acerca. "¿Te gustan las hadas?".