ROSARIO DE CRISTAL

Procesión de luz

Los vistosos trajes regionales de la Ofrenda de Frutos han dejado paso a las mantillas y a los atuendos más sobrios en el Rosario de Cristal, que recorre a estas horas el centro de Zaragoza.

Es una de las celebraciones religiosas más sentidas del año
Procesión de luz
ESTHER CASAS

Si la Ofrenda de Frutos fue la protagonista del día por la mañana, ya por la tarde, ha cedido el testigo al Rosario de Cristal. Desde las 19.00, el fervor encuentra una de sus manifestaciones más hermosas en Zaragoza. Los vistosos trajes regionales de la mañana han dejado paso a las mantillas y a los atuendos más sobrios.


Un año más, casi treinta faroles monumentales transportados por carrozas han salido de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús (c/ Pedro Joaquín Soler). Las carrozas de la Santa Angelica Capilla, Gran Cruz del Rosario (que abre la procesión), Venida de la Virgen, Santo Dominguito de Val o de la Hispanidad vuelven a provocar emoción y admiración a su paso por las calles de Santo Dominguito de Val, San Vicente de Paúl, Coso, plaza de España, Alfonso I, plaza del Pilar, plaza de la Seo, plaza San Bruno, Sepulcro y ya de vuelta, San Vicente de Paúl y San Jorge.


Miles de personas siguen todos los años el recorrido del Rosario de Cristal con respetuoso silencio y emoción contenida. La procesión es un espectáculo por dentro y por fuera, y da origen a estampas curiosas, imágenes sorprendentes, llamativos contrastes. El Rosario es la luz pero, también y sobre todo, son los rostros de quienes participan en él. Y los de quienes lo ven con la mirada siempre limpia. El Rosario se adueña de las calles céntricas de Zaragoza todos los 13 de octubre con su carga de emoción y sentimiento, de piadoso fervor y oración. Es una de las celebraciones religiosas más sentidas del año.


Ofrenda de futos


Por la mañana, alrededor de 2.500 personas, de casi cincuenta agrupaciones, entre ellas 14 casas regionales, han llenado de color, bailes y música las calles de Zaragoza y han recorrido con productos típicos de la tierra para ofrecerlos a la Virgen del Pilar.


La tradicional Ofrenda de Frutos, que se celebra en el marco de las fiestas del Pilar, salió a las 11.30 de la plaza de Santa Engracia y acabó una hora más tarde en la basílica del Pilar, donde los oferentes han depositado entre 3.000 y 4.000 kilos de frutos que después se repartirán entre los necesitados, en un día soleado a diferencia de la lluvia caída ayer.


Esta ofrenda, que se remonta a los años setenta, pretende ser una réplica de la Ofrenda de Flores, que se celebró ayer, y tiene como objetivo entregar los frutos más característicos de las diferentes regiones de España a la patrona de la Hispanidad, ha explicado Pedro Eugenio del Campo, secretario de la Federación de Casas Regionales y Provinciales en Aragón.


Entre otros productos, los aragoneses llevaron melocotón de Calanda, jamón de Teruel o aceite del Bajo Aragón; los asturianos portaban un árbol con flores hechas de pan y culminado por un hórreo; los andaluces entregaron frutas tropicales y granadas, y los canarios, plátanos.


A los que se unieron los chorizos, morcillas y vinos de las diferentes denominaciones de origen de Castilla y León; la miel de la Alcarria, de Castilla-La Mancha, en una especie de colmena adornada con abejas maya; las butifarra y el cava catalán; el jamón de Montánchez, de Extremadura; los ingredientes del cocido madrileño y los callos, de Madrid, o los embutidos y las setas de Soria.


Como es tradicional, la comitiva iba encabezada por el Grupo Aragonés El Pilar de Zaragoza, ya que son los encargados de recoger los frutos en el interior del templo, y la agrupación de la Policía Local de la capital aragonesa.

Cantos y bailes


A continuación, los miles de personas que se congregaron durante todo el recorrido pudieron ver los bailes y escuchar la música de la Casa de Andalucía, la más antigua de Zaragoza y también la más numerosa, ya que desfilaron alrededor de un centenar de personas, o de la de Navarra, que deleitaron con el "zampanzar", una danza típica de los carnavales para ahuyentar los espíritus.


La banda de gaitas Respingo, de la Casa de Asturias en Alcobendas, que acompañaba al Centro Asturiano de Zaragoza, las dulzainas de Castilla y León, o los gaiteros del Centro Gallego también amenizaron las calles de la capital aragonesa.


Este año, ha desfilado por primera vez la Casa Regional de la Comunidad de Madrid en Zaragoza, la más pequeña de la comitiva, ya que se fundó el pasado mes de junio.


Además de las catorce casas regionales, de las que dos eran provinciales (Soria y Teruel), se pudieron ver grupos de otras comunidades, como de Torrelavega y Cantabria, y sobre todo de la comunidad aragonesa y de los barrios y entidades culturales de Zaragoza.


Una vez depositados los productos en la Basílica del Pilar, se hace cargo de ellos la Hermandad del Refugio, cuyo hermano mayor, Manuel Marqueta, ha explicado que se repartirán además entre otras asociaciones y residencias.