BAJO ARAGÓN-CASPE

La lluvia convierte la romería de Fayón en una ofrenda en la iglesia

El mal tiempo no impidió que los vecinos mostraran en el templo su fervor a la Virgen.

Un momento de la ofrenda celebrada ayer en Fayón.
La lluvia convierte la romería de Fayón en una ofrenda en la iglesia
M. C. RIBÓ

fayón. La incesante lluvia que cayó las horas previas y la mañana del día grande obligó a los fayonenses a trasladar la tradicional romería que se hace en la ermita del Pilar, situada a unos tres kilómetros de la población, a la iglesia parroquial y transformarla en una ofrenda de flores.

Previamente se había llevado la imagen al templo de Fayón para poder realizar el emotivo acto. No fue la primera vez que el agua aparece en la celebración, y su presencia no impidió que los vecinos se emocionaran y mostraran su fervor. Eso sí, en esta edición hubo menos trajes regionales de lo que es habitual cuando la romería y la posterior ofrenda tienen lugar en la ermita.

La citada peregrinación data de principios de los años 50 del pasado siglo cuando al entonces párroco, con motivo del año Santo Mariano de 1953 se le ocurrió la idea de edificar una ermita dedicada a la Virgen del Pilar, patrona de los que, a bordo de los 'yauts', navegaban transportando el carbón desde las minas de Mequinenza hasta la estación de Fayón. Así los habitantes del municipio pudieron conseguir la indulgencia plenaria. El lugar elegido fue un cerro sobre el entonces río Ebro, hoy embalse, donde se ubicaban los restos de una antigua torre óptica. La ermita se construyó con ayuda de toda la población, bien aportando los materiales o la mano de obra.