Tercer Milenio

En colaboración con ITA

MIGUEL BOSÉ

No apto para cardiacos

Miguel Bosé, anoche en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza.
No apto para cardiacos
J. C./EFE

Siete mil personas se citaron anoche en el pabellón Príncipe Felipe para poner su corazón en manos de Miguel Bosé. 'Ayurvédico' fue el primer tema que interpretó, al que siguió 'Cardio' y después, el delirio del personal, mayoritariamente femenino.


Un despliegue audiovisual sin precedentes arropa a Bosé en su 'Cardio Tour', aunque el protagonista fue él, no la tecnología LED que le hacía brillar más si cabe, ni las pantallas que le reproducían hasta el infinito y más allá. Conforme avanzó la noche, sonaron los temas de siempre. Con 'Nena' se quitó la chaqueta y se dejó admirar. A fin de cuentas ha perdido casi veinte kilos y ha recuperado el palmito. Y el público se entusiasmó. La noche estaba empezando. Bosé lucía traje negro con chaleco. Sobrio pero efectivo.


'Sevilla', 'Como un lobo', 'Nada particular' o 'Bambú' fueron coreadas puntualmente por los asistentes. Con los temas nuevos el personal balbuceaba un poco, pero hacía lo posible por acompañarle.


Un concierto no apto para cardiacos. Aunque si las pulsaciones se aceleraban, uno podía concentrarse en las imágenes y los mensajes que desprendían las pantallas, con un rollo muy hinduísta: sabiduría, amor, tranquilidad... eran los mensajes. Aunque las pantallas también avanzaban las letras, a modo de karaoke. La actuación elevó las pulsaciones, para bien o para mal.