medallas de la ciudad

Un viajero que ve Zaragoza en el Big Ben y en Central Park

César Alierta agradeció la Medalla de Oro con un sentido discurso en el que se definió como un "zaragozano global".

César Alierta y el alcalde Belloch, ayer.
Un viajero que ve Zaragoza en el Big Ben y en Central Park
DANIEL MARCOS/VíCTOR LAX

Ya lo dijo Belloch, antes de concederle la Medalla de Oro: "Le otorgamos la distinción principal a alguien que no solo la merece, sino que la engrandecerá". Pero el presidente de Telefónica, César Alierta, correspondió con creces al cariño demostrado por su ciudad, en un discurso de agradecimiento en el que se descubrió como una persona sensible y, sobre todo, orgullosa de sentirse de Zaragoza. Tan emocionado estaba que, antes de subir al estrado, tuvo que beber agua de la copa del concejal Manuel Blasco. Nada más tomar la palabra, se sinceró: "Siempre en la vida he procurado decir lo que sentía". Y ese sentimiento quiso compartirlo con su mujer, "por recorrer la vida conmigo" y su familia, ya que, según manifestó, "si no hubiera tenido junto a mí gente valiosa, no hubiera sido nada".

Tampoco se olvidó de su padre, Cesáreo Alierta, ni de su cuñado, Ramón Sáinz de Varanda, ambos alcaldes de Zaragoza, y que ayudaron a inculcar en él "el amor por la ciudad". Tanto, que Alierta cree reconocer la capital aragonesa en casi cada punto al que le ha tocado viajar en su destacada trayectoria profesional. Así, contó que paseando por Central Park se acuerda del Parque Grande, que al ver el Big Ben le viene a la cabeza una de las torres mudéjares de la ciudad o que el Río de la Plata no es para él sino una representación del galacho del Ebro. "De esta forma, fui encontrándome Zaragoza en el mundo y el mundo, en Zaragoza. Y al final del día, Zaragoza es el mundo", remató el ejecutivo.

Ya cuando el acto había finalizado, Alierta calificó el día como "uno de los más emocionantes de su vida", y descubrió sus rincones favoritos de la ciudad. Entre ellos, la calle dedicada a su padre, Cesáreo Alierta, por la que dijo pasear muy a gusto. Solo tuvo un momento amargo: al preguntarle por la situación de su equipo, obviamente, el Real Zaragoza: "Lo llevo regular. Pero mejorará", zanjó el asunto.