EDUCACIÓN

Un aula de informática de cuatro millones

El Pabellón Digital del Agua, inaugurado para la Expo tras una inversión millonaria, se reabrió ayer como clase de nuevas tecnologías para escolares y para la Universidad Popular y como base de operaciones de la Milla Digital.

Fachada del Pabellón.
El Pabellón Digital del Agua se destinará a formación
PEDRO ETURA/ A PHOTO AGENCY

Sus cortinas de agua fueron una de las sensaciones de la Expo, a pesar de que se encontraba fuera del recinto expositivo. Desde que la muestra cerró sus puertas, rara ha sido la ocasión en la que los vecinos de la Almozara las han visto funcionar. Ahora, el Pabellón Digital del Agua se reinaugura como aula de informática y base de operaciones de la Milla Digital. El edificio, en el que se han invertido cuatro millones de euros, tendrá ahora como principal utilidad ser sede de clases de informática para escolares y para alumnos de la Universidad Popular.

El pequeño edificio fue en su día todo un hito. Fue designado por la revista 'Time' como la mejor invención arquitectónica de 2007, a pesar de que todavía no se había construido. Ideado por los arquitectos Carlo Ratti y Walter Nicolino, en colaboración con el Instituto de Tecnología de Massachusetts, costó la friolera de 4 millones de euros, 2,6 para la obra civil y 1,2 para el sistema de fachadas acuáticas -más los correspondientes IVA-. Era una de sus principales novedades, esas 'paredes' exteriores formadas por 40 metros de lámina de agua esparcida por 3.000 válvulas para mostrar formas o incluso palabras a gusto del consumidor.

Un elemento muy llamativo y que en su día provocó más de un remojón a las autoridades -ayer, en su reapertura, también hubo quien salió mojado del Pabellón Digital del Agua-. El gran atractivo de este equipamiento, sin embargo, solo se podrá ver 21 horas a la semana -miércoles y domingos de 10.30 a 13.30 y de 16.30 a 19.30 y jueves, viernes y sábados de 16.30 a 19.30-.

A pesar de la gran inversión realizada, no se pensó en la vida posterior del edificio. Cuando se levantó, no se hicieron los cerramientos adecuados para poder usarlo en invierno con comodidad. Además, en la planta baja, la única diáfana del Pabellón Digital del Agua, no se habilitó ningún espacio adecuado. Así, el Ayuntamiento tuvo que recurrir al fondo estatal de este año para hacer una obra en la que se han invertido 243.000 euros más. Con ellos se ha construido un aula con capacidad para 50 personas en la que se darán las clases, y que de momento no está dotada con ordenadores, y se han reforzado los cerramientos para que no entre el frío.

Para niños y mayores

El aula tecnológica que se va a crear se denomina Innova Lab, y servirá para que los zaragozanos, y los vecinos de la Almozara especialmente por cercanía, puedan hacer cursos y actividades "para dejar de lado las barreras tecnológicas", como señaló el concejal de Educación y presidente de la Junta de Distrito de la Almozara, Luis Alberto Laguna. Los centros educativos de este barrio serán los primeros en participar en las actividades divulgativas. Las visitas enseñarán a los pequeños cómo funciona este equipamiento.

"El propio edificio es una máquina programable, que estará a disposición de los niños, pero también de cualquiera que quiera conocer sistemas tecnológicos avanzados", apuntó el director general de Ciencia y Tecnología del Ayuntamiento, Ricardo Cavero. También los alumnos de la Universidad Popular tendrán clases específicas en el Pabellón Digital del Agua, en el que aprenderán clases de iniciación a la informática.

Más adelante, el Ayuntamiento quiere que este equipamiento sea un complemento para el Centro de Arte y Tecnología (CAT) y el Centro de Emisiones Cero, que se levantan a escasos metros de distancia. Además, hará de sede de la Milla Digital, con visitas guiadas al barrio tecnológico que el Ayuntamiento trata (no sin esfuerzo) de sacar adelante.

También se quieren realizar de vez en cuando actuaciones en las que se liguen el agua, las luces y la música. De momento, esta tarde, a las 20.00, habrá una inauguración del centro con un espectáculo especial, en el que se combinarán las formas del agua en las láminas exteriores del edificio con una música y unas luces traídas específicamente para este espectáculo.