ZARAGOZA

Vuelven a reclamar que cese de emitirse el 'Bendita y alabada'

La asociación Movimiento hacia un Estado Laico ha reiterado su petición de cese inmediato del cántico 'Bendita y alabada sea la hora', que se emite desde el Pilar tres veces, al día al no haber obtenido respuesta de la reclamación que interpuso el pasado mes de febrero.

La asociación aragonesa MHUEL, Movimiento hacia un Estado Laico, ha vuelto a reclamar ante el registro del Ayuntamiento de Zaragoza el cese inmediato del cántico católico 'Bendita y alabada sea la hora' que se emite desde la Basílica del Pilar tres veces al día.


La organización ha reiterado su petición al no haber obtenido respuesta de la reclamación que interpuso el pasado mes de febrero y entender que el Ayuntamiento "ha faltado a su deber y obligación de dar cuenta a la ciudadanía de las gestiones que conciernen a todo el municipio".


Argumenta en su escrito que la emisión de sonidos y ruidos que no pertenecen al interés general ni están al servicio de toda la ciudadanía, sino que pertenecen al ideario privado de un colectivo determinado, mucho más si se emiten tres veces al día durante todos los días de año, supone "una intromisión indebida" de la manifestación de una devoción privada y particular en el ámbito público de la ciudad y en la vida de la ciudadanía.


Además, MHUEL recuerda que el Estado español es aconfesional y todos sus estratos y dimensiones, así como todas las instituciones que lo representan, han de moverse en el ámbito de lo público.


En este sentido, acude al Ayuntamiento para que "cumpla y haga cumplir" el principio constitucional de la aconfesionalidad del Estado y sus instituciones, y haga que los espacios públicos y comunes a toda la ciudadanía queden exentos de actos, símbolos y manifestaciones confesionales, a excepción de alguna fecha o evento concretos.


Para esta entidad "no es de recibo" que una confesión religiosa, concretamente, el catolicismo, "imponga a toda la ciudadanía en el ejercicio de su vida pública y privada el sonido de un cántico religioso privado, audible a distancias muy considerables y en barrios distantes, más cuando ello se produce tres veces al día durante todo el año".


El Movimiento hacia un Estado laico reconoce el derecho a la libertad religiosa y de culto, pero "siempre que se ejerza en el ámbito privado y con la debida autorización".