Joaquín B. S., de 23 años, los hermanos Francisco Javier, de 24, y Rubén C. R., de 23, y Guillermo M. R. y Daniel B. S., ambos de 20, reconocieron ayer ser los autores del robo del cable del alumbrado público que el 30 de mayo de 2009 dejó sin suministro 35 farolas de la Z-40 y aceptaron ser condenados a un año de prisión cada uno.

La titular del Juzgado de lo Penal número 1, en sentencia dictada de viva voz, les condenó a pagar, de forma solidaria, 29.500 euros de indemnización a la empresa perjudicada. Como los respectivos abogados, Javier Notivoli y Beatriz Claramunt, le recordaron que sus clientes no tenían dinero para hacer frente a esa cantidad de una sola vez, la magistrada aceptó fraccionarla en mensualidades de 250 euros. Si faltan a algún pago, se hará una averiguación patrimonial y se embargarán sus bienes, salvo que sean insolventes. El abogado del Estado pedía 40.000 euros, pero no acudió a la vista.

El fiscal acusaba en un principio de robo con fuerza y solicitaba para cada uno de ellos dos años de prisión. No obstante, tras una negociación los letrados lograron que modificara su calificación a hurto, aunque agravado. Esta figura recoge penas de uno a tres años de cárcel cuando lo sustraído sean cosas de primera necesidad, estén destinadas a un servicio público, afecten a muchas personas o cause un desabastecimiento.

Los ladrones fueron descubiertos por agentes de la Unidad de Apoyo Operativo de la Policía Local, que sospecharon cuando los vieron en dos coches excesivamente cargados, por la calle de Zafiro. Al interrogarles, dijeron que el cobre se lo habían "encontrado" en la Z-40, donde había 14 arquetas de alumbrado rotas, entre los kilómetros 31 y 32. En total, 700 metros de cable. El fiscal aceptó a rebajar de robo a hurto al no quedar probado que fueran los acusados quienes fracturaron las arquetas.