El gran jardín viviente de San Pablo

Bienvenidos a un barrio de diversión e imaginación. Bienvenidos un año más, y ya van siete, a la Carrera del Gancho, una de las actividades culturales y participativas más originales de Zaragoza. El Casco Histórico y, en concreto San Pablo, se ha convertido este fin de semana en un gran espacio, repleto de originales jardines.

"La idea es crear un rincón de convivencia, donde se encuentra gente de diversas culturas y edades", aseguraba ayer José Manuel Latorre, de la Fundación Federico Ozanam, que junto al Ayuntamiento de Zaragoza, ha organizado esta actividad.

Y no han defraudado. El jardín de los libros, el comestible (hecho de chucherías), el de letras y huerto, el sumergido, el ilustrado... "Este, por ejemplo, es el jardín infantil, destinado a los más pequeños. Aquí se pueden dar un remojón en la piscina, aunque el tiempo no nos acompañe", reconocía Javier Quílez, uno de los voluntarios.

Llegados desde Pau (Francia), los vecinos del barrio de Berlioz también han querido recrear su particular 'espacio verde', con originales ovejas a cuatro ruedas, simpáticos, aunque extravagantes granjeros y productos más que naturales. "¿Pero qué tienen ahí? ¿Una colmena? ¡Pero si son abejas de verdad!", exclamaba Fernando mientras cogía presuroso de la mano a su pequeño para apartarlo de los pequeños insectos.

La música (la danza del vientre fue todo un éxito), los cuentacuentos y, por supuesto, los talleres de maquillaje y peluquería tampoco faltaron ayer ni lo harán hoy. Pero siempre con el mismo motivo: "Pintamos a los pequeños con motivos naturales, propios de lo que se puede encontrar en un jardín", explicaba Olaya Lahuerta, una de las monitoras, mientras 'adornaba' la cara a Verónica y Erica.

Hoy, la fiesta continúa a partir de las 11.00 y a las 11.30 se ha organizado un paseo para enseñar el patrimonio del sector. La clausura correrá a cargo del grupo Trivium Klezmer y San Pablo volverá a la realidad. ¿O no? ¿No podría ser esta la realidad?