Medio centenar de escoltas se reciclan en San Gregorio

El escaparate de una tienda, una marquesina de autobús, el retrovisor de una moto o un simple mupi pueden servir para salvar una vida. Solo hace falta saber cómo utilizarlos, y a eso es a lo que se dedican estos días medio centenar de escoltas en el barrio de San Gregorio de Zaragoza. Se trata de profesionales en activo de los sectores público y privado, y están acostumbrados a cubrir las espaldas de todo tipo de personas: desde altos cargos hasta víctimas de violencia doméstica. Para ellos, el grado de exigencia es máximo y por eso aprovechan el fin de semana para reciclarse.

"Ha venido gente del Cuerpo Nacional de Policía, de la Guardia Civil y de los Mossos d'Esquadra, pero también especialistas de 17 policías locales: Barcelona, Cádiz, Sevilla...", explica Diego Miranda, uno de los organizadores del curso de escoltas y protección que se imparte en la capital aragonesa. "Se trata de actualizar conocimientos -dice-, y por eso vamos a enseñarles desde cómo se utiliza un desfibrilador a cómo desenvolverse en una escalera, un ascensor o un espacio reducido".

Entre las clases prácticas, se han programado también actividades dinámicas con vehículos: embarques y desembarques, movimientos en caravana, evacuaciones de emergencia. "Hay que estar preparados para cualquier situación, y estos ejercicios sirven para compartir experiencias y actualizar técnicas", comenta Miranda. Sitúa el nivel de los escoltas españoles "entre los tres mejores del mundo" (solo por detrás de norteamericanos, por medios técnicos, e israelíes, por inteligencia y formación), pero reconoce que no se puede bajar la guardia. "Somos el único país de Europa con terrorismo activo, y eso espabila mucho", concluye.

El colectivo no prevé que la tregua de ETA se traduzca en una relajación de la seguridad. "Todo lo contrario -explica-, cuando los terroristas flojean la kale borroka se reactiva. Y, aunque pueda parecer un riesgo menor, es bastante importante".

En España, trabajan como escoltas entre 8.000 y 9.000 profesionales. Y la mayoría pertenecen a los cuerpos de seguridad del Estado. El sector privado está especializado, sobre todo, en la protección de autoridades y en trabajos relacionados con la banca.

El Gobierno aragonés cuenta en su plantilla con funcionarios de la Unidad Adscrita y escoltas privados. "Es natural que poco a poco los primeros vayan asumiendo trabajo, en detrimento del sector privado", comenta Miranda.