EN PRIMERA PERSONA

"Muchos días llegaba a casa desanimado"

Carmelo Ruiz (izquierda) ha vendido su taxi londinense a José Ramón Celma (derecha).
"Muchos días llegaba a casa desanimado"
J. M. MARCO

Solo he vendido la licencia -y el taxi- cuando me han obligado a jubilarme", asegura Carmelo Ruiz, uno de los conductores más veteranos y conocidos de Zaragoza. Veterano, porque lleva más de dos décadas transportando a gente por las calles de la capital aragonesa. Conocido, porque una docena de estos años lo ha hecho al volante de un taxi londinense, del que ahora se tendrá que desprender. Carmelo ha tenido suerte y, a pesar de la situación que atraviesa el sector, hace 15 días encontró un comprador para su permiso. "Me ha costado mucho desprenderme de mi coche. Si pudiera seguir conduciendo, lo haría, a pesar de que muchos días volvía a casa muy desanimado", reconoce el taxista, a quien nunca le había faltado el trabajo.

"Antes, entre las carreras que me encargaban por la emisora y los trabajos que me ofrecían a través del móvil, no paraba de trabajar en todo el día", asegura Ruiz, que durante estos meses de verano tiene que dar vueltas durante media hora para conseguir un cliente.

Por su parte, José Ramón Celma, el comprador del taxi más carismático que circula por Zaragoza, se muestra ilusionado con su nuevo proyecto laboral. "Llevaba bastante tiempo intentando comprar una licencia, así que encontrar este modelo londinense me ayudó a dar el paso", explica Celma, consciente de que este vehículo le puede proporcionar encargos adicionales. "Carmelo me ha contado que mucha gente contrata servicios privados, como bodas o comuniones", comenta el futuro taxista. Aunque es consciente de que no entra en el negocio en el momento más idóneo, Celma ha encontrado en este sector una oportunidad de abandonar las listas del paro, en las que está inscrito desde hace un año y medio. "Me he dedicado toda mi vida al transporte, así que conozco muy bien la ciudad y cómo funciona este mundillo", afirma Celma.

Mientras se tramita la venta, Carmelo Ruiz está apurando los últimos kilómetros al volante de su taxi londinense -lleva más de 500.000-, del que se desprenderá a finales de este mes a pesar del cariño que le tiene. No es para menos, pues gracias a su vehículo ha salido, incluso, en un corto y ha transportado a personas tan conocidas como el escritor José Luis Sampedro.