FUEGO

La humareda del incendio de Navarra llega a Zaragoza

Los Bomberos recibieron más de una treintena de llamadas de vecinos, sobre todo de la Margen Izquierda, que se despertaron alertados por el olor.

Varios barrios de Zaragoza, sobre todo de la Margen Izquierda de la ciudad, percibieron en la madrugada del jueves el olor de la nube de humo y cenizas que estaba alimentando el incendio que se había desatado en Navarra.


Desde las 4.00, los Bomberos recibieron más de una treintena de avisos de ciudadanos que pensaban que un incendio estaba activo dentro de la ciudad.


Sin embargo, todo fue el resultado de un fuego de grandes dimensiones originado en Falces (Navarra), que el miércoles obligó a desalojar a 500 vecinos de Peralta -donde estaba uno de los focos-, según informó 'Diario de Navarra'. Esa misma tarde, la humareda había alcanzado los dos kilómetros y después se fue extendiendo. La superficie quemada fue superior a los seis kilómetros y hasta la zona se trasladaron efectivos de la Unidad Militar de Emergencias de la base de Zaragoza.


El cierzo que ha soplado estos días en toda esta zona de la Península, y que ha superado los 60 kilómetros por hora en algunos momentos, ha dificultado las labores de extinción y es el responsable de que el polvo y el intenso olor se hayan ido disipando, primero por los pueblos de la ribera, y luego por Zaragoza.


"El 112 de Navarra nos advirtió ya en la noche del miércoles de la situación. Estaban recibiendo llamadas de los pueblos cercanos al sitio del incendio y sabían que el humo acabaría llegando a Zaragoza, ya que esa era la dirección en la que soplaba el viento. Efectivamente, a partir de las 4.00 o las 4.30 empezamos a recibir varias llamadas, sobre todo de la zona de La Jota y el Actur, pero les explicamos las razones y poco a poco todo se fue calmando", aseguraron ayer fuentes de Bomberos.


El intenso olor se percibía también por la mañana, y el cielo llegó a mostrarse bastante turbio desde la tarde anterior.


Cuando se desatan grandes incendios es normal que el viento acabe llevando su rastro a varios kilómetros de distancia. Esto mismo sucedió hace algunos días, cuando ardieron 20 hectáreas en el próximo municipio de La Muela, cerca de un generador eólico, y el olor llegó a la ciudad en poco tiempo. También ocurrió hace dos veranos con el gran fuego desatado en los montes de Zuera.