DENUNCIA CIUDADANA

Miralbueno, un barrio harto del vandalismo

Varios vecinos de este distrito zaragozano critican la falta de mantenimiento de algunas zonas comunes y lamentan los muchos robos de los últimos meses.

Han desaparecido losetas de un parque.
Miralbueno, un barrio harto del vandalismo
TERESA MARTíN

Vallas tumbadas a patadas, pintadas con 'sprays' en muros y zonas comunes, parques infantiles destrozados, robos de cables del alumbrado eléctrico y de rejillas de alcorques... Estas son solo algunas de las muestras de vandalismo que el barrio zaragozano de Miralbueno está sufriendo en los últimos meses. "Y, por desgracia, esto es algo común al resto de la capital aragonesa", dice Teresa Martín, una vecina de 59 años.

Teresa vive en este barrio desde hace cuatro años. Su vivienda está en una zona de nueva construcción, concretamente, en la calle de Lagos de Alba. "Ha quedado todo muy bonito, tenemos amplios paseos, con fuentes y parques infantiles, pero si al momento vienen unos vándalos y lo estropean...", lamenta Teresa.

El presidente de la Asociación de Vecinos de Miralbueno, Luis Gargallo, asegura que están "hartos" del vandalismo, y puntualiza que se da sobre todo en la parte del barrio más desprotegida, que es la más nueva también, concretamente la que da al Corredor Verde. Muchas de las viviendas aún no se han entregado, hay todavía edificios en construcción y, según dice Teresa, se utiliza mucho como "ciudad dormitorio".

Todos estos factores multiplican las 'papeletas' del barrio para convertirse en objetivo de quienes no tienen consideración por los bienes comunes. Una de sus últimas 'hazañas' ha sido el robo de varios metros de cable de cobre, que ha dejado a todo un tramo del Camino del Pilón sin luz. "Aunque es cierto que no vive mucha gente todavía en la parte afectada, es un paso obligado para los que vamos en la línea de autobús 52, porque nos deja en esa calle", dice Teresa.

Además del cable de cobre, también han sido sustraídas varias rejillas de forja que protegen los alcorques de los árboles. "Todas las que están junto a la calzada han desaparecido. A mi marido y a mí nos gusta mucho pasear. Un día vimos que faltaban dos o tres rejillas, al siguiente ya eran seis, y ahora son las de toda la hilera de árboles", apunta. Otro tanto ha ocurrido con el pavimento de caucho de los parques infantiles, donde han desaparecido varios metros cuadrados de losetas.

Vandalismo "adolescente"

Esta vecina recuerda que se instaló un área infantil en los jardines Lago del Pirineo y, a la semana, había desaparecido un columpio. Esa zona en concreto también ha sufrido otro tipo de acometidas vandálicas, como los destrozos que deja a su paso el botellón. "En ese parquecillo acostumbraban a sentarse a beber críos de 15 y 16 años. En una de esas sentadas se entretuvieron dando patadas a la valla de madera que rodea los juegos infantiles hasta que la tiraron. Los operarios municipales lo arreglaron y, enseguida, volvieron a tirarlo los chavales", critica Teresa.

Algo similar ocurrió con las fuentes de ese mismo lugar. En algunas había una ornamentación con elementos metálicos que acabaron siendo retirados porque los operarios tenían que reponerlos a todas horas. Y también se quitaron los cuatro focos de luz, instalados en la acera, que iluminaban la fuente central. "Como a los cuatro días los cristales que los cubrían estaban rotos, los quitaron y echaron cemento encima", dice Teresa. "Es una lástima que no seamos más respetuosos y valoremos más lo que tenemos", se lamenta.

Luis Gargallo destaca también la falta de mantenimiento del Corredor Verde a su paso por el barrio. "Pusieron unas maderas en el suelo muy bonitas y decorativas, pero nada eficientes, porque enseguida se han estropeado y muchas se han levantado, no sabemos si con 'ayuda' o no de terceros", apunta.

El Ayuntamiento asegura que no da abasto para hacer frente a tanto destrozo. Recuerda que, el año pasado, gastó en toda la ciudad tres millones de euros en la reparación de desperfectos por actos de gamberrismo y robos.