POLÉMICA

Las piscinas prohíben que los bebés se bañen con pañales por motivos higiénicos

La ordenanza marca que solo deben usar bañador, aunque su cumplimiento depende de cada centro municipal.

Dos niñas se bañan en el vaso de chapoteo del Alberto Maestro. Un adulto espera fuera.
Las piscinas prohíben que los bebés se bañen con pañales por motivos higiénicos
OLIVER DUCH

Prohibido bañar a los bebés con pañal, incluso si es de los calificados como acuáticos o antiescapes. La normativa de las piscinas municipales lo deja claro, así como que los adultos no deben nunca ocupar los vasos destinados a los más pequeños si no es para sujetarlos: no se admite que estén sentados en el bordillo, ni sobre el fondo. El progenitor solo puede acceder en caso de que el niño no se mantenga sin ayuda.

La normativa entró en vigor hace algunas temporadas, pero cada vez que llega el verano se reproduce la polémica. La prohibición sigue causando estupor entre algunos padres que creen que todo son trabas para poner en remojo a sus bebés. "Parece que quieran que mientras sean pequeños no los bañemos, pero en julio, con semejante calor, ha sido imposible", asegura una usuaria habitual, que prefirió no identificarse.

No obstante, el Ayuntamiento niega este extremo. "El baño de bebés se permite, pero con bañador y sin pañal. Todo atiende a razones higiénicas frente a las estéticas", explican. Las mismas fuentes aseguran que no les constan quejas formales por este motivo, aunque a menudo hay que hacer un esfuerzo extra por explicar a los padres la razón de la decisión.

El agua de los vasos de chapoteo está en continua renovación. Casi todos los niños se hacen pis, pero esto no supone mayor problema. Sin embargo, los residuos sólidos requieren otro tipo de medidas. "Si esto ocurre, se limpia y la piscina se cierra durante un rato, se hiperclora y vuelve a ser apta para el baño", aseguran los expertos. Sin embargo, si queda oculta en el pañal, los coliformes (que son las bacterias que se generan en el intestino) pueden estar contaminando el agua sin que nadie se percate, mientras el resto de pequeños siguen chapoteando.

Aplicación irregular

El reglamento está colgado en grandes carteles en los accesos a las piscinas municipales. No obstante, su aplicación es irregular y depende mucho del socorrista. En las que suelen estar más saturadas, los padres reconocen que los responsables hacen más la vista gorda. Sin embargo, en otras, más tranquilas, sí que es normal que se llame la atención a los padres cuando no cumplen con las condiciones, aunque de nuevo, todo depende del vigilante. "Puede haber socorristas más encima y otros que tengan muchos bañistas y no puedan estar tan atentos", dicen en el Consistorio.

Sobre la prohibición de que los adultos entren en los vasos o se sienten en los bordillos, se quiere evitar que entren grupos de adolescentes o chavales que acuden a estos vasos porque el agua está más caliente o para distraerse.