URBANISMO

El viejo Arrabal, futuro barrio de artesanos

El casco histórico del otro lado del Ebro busca reactivar su comercio y atraer al turismo a través de puestos de artesanía tradicional de calidad.

Los puestos cerrados del mercado quieren convertirse en negocios de artesanía
El viejo Arrabal, futuro barrio de artesanos

Las Ramblas de Barcelona, Montmartre en París, Candem en Londres e incluso Chueca en Madrid. Todos son barrios antiguos de grandes ciudades que han revivido gracias a innovación y vanguardia. Han sabido encontrar un atractivo por el que diferenciarse. Ahora, el viejo Arrabal, en Zaragoza, busca también su referente. El casco histórico del otro lado del río apenas es visitado por los turistas, ni tampoco por los propios zaragozanos. No figura entre los primeros puestos de las guías turísticas. Pero eso puede cambiar. Al menos, esa es la intención.

A raíz de un estudio sociológico y urbanístico, la asociación de vecinos tuvo una idea: convertir ese trozo del Casco en un barrio de artesanos. En una zona por la que poder ir paseando y encontrarse a personas trabajando en vivo en sus talleres y vendiendo sus productos. El único barrio así de la ciudad. Desde entonces, la asociación no ha parado de moverse, de pedir subvenciones, encargar estudios de la zona y dejarse oír. Gracias a eso, el proyecto va cobrando fuerza.

Para empezar, ha sido incluido entre las propuestas de 'La cultura transforma el centro', el proyecto de revitalización del centro histórico que surge a raíz de la candidatura a capital cultural europea en 2016. Un fuerte impulso, pero la idea se realizará en cualquier caso. "Independientemente de que Zaragoza 2016 lo lleve adelante o no, nosotros vamos a seguir porque es novedoso y porque servirá de trampolín al Arrabal, que siempre ha sido la zona pobre del centro urbano", asegura Rafael Tejedor, presidente de la asociación de vecinos del Arrabal.

De momento se avanza poco a poco en tres frentes. Por un lado, Zaragoza Vivienda, entre otros proyectos, va a comenzar a rehabilitar antes de que acabe el año un edificio en la calle de Manuel Lacruz del que ahora solo queda la fachada. Dentro habrá una galería comercial gestionada por la Fundación Norte como un espacio para artesanos y artistas. Con 16 locales que servirán de talleres y una zona común para exposiciones, será un claro atractivo turístico porque se podrá ver trabajar a los artesanos, admirar sus obras y también comprarlas.

Otro punto fuerte del proyecto es el del mercado, situado en pleno barrio antiguo y con salida a la plaza de la Mesa, del que en la actualidad solo quedan abiertos cuatro puestos de 30. La intención de la asociación de vecinos, que ya ha empezado a moverse y a preguntar a los propietarios, es mantener los negocios ya existentes y colocar en los vacíos puestos artesanales.

Pero para que el Arrabal sea un auténtico foco de artesanía había que hacer algo más. Y por eso la asociación de vecinos encargó a b+b Arquitectos un análisis exhaustivo de los locales individuales de la zona y sus posibilidades como talleres y comercios (de artesanía, claro). De los 46 locales que hay en las seis manzanas del viejo Arrabal, 34 están vacíos. La idea ahora es que se alquilen a artesanos tradicionales para reactivar el comercio de la zona de una forma diferente.

La iniciativa ya está en marcha, y la ilusión, también. Ahora los próximos pasos son concretar los precios de los locales, buscar ayudas y subvenciones y contactar con asociaciones de artesanos para que vean las posibilidades del proyecto con los mismos ojos que los vecinos. Y por supuesto, la difusión. Los promotores saben que hace falta una buena campaña explicativa y atractiva, pero sobre todo quieren incluir el barrio de artesanos dentro de los circuitos turísticos de la ciudad. Como dice Tejedor, "hay que hacer que el turista no se quede en el puente de Piedra, sino que pase a la margen izquierda porque sepa que hay un soplador de vidrio al que ver en directo, o la mejor fabricante de castañuelas". Y añade: "Si a los artesanos les sumas el potencial histórico de la zona, más el potencial del balcón de San Lázaro, con las mejores vistas de la ciudad, más el futuro desarrollo de la Estación del Norte, estás generando un eje comercial y urbanístico de primer nivel".

Hay otras muchas propuestas que pretenden dar vida y dinamizar el barrio, entre ellas, una plaza de la lectura en la que practicar el 'book crossing' (leer un libro y dejarlo allí para que otra persona pueda leerlo después), la construcción de un albergue juvenil en la plaza del Rosario, un centro de estudios rabaleros, una zona de juegos para niños y discapacitados? Hasta el momento en la asociación de vecinos están contentos con el interés mostrado por el Ayuntamiento, pero también saben que la crisis puede hacer que todo vaya más lento.