DISPUTAS ENTRE VECINOS

Un servicio de mediación ayuda a resolver los conflictos en el Casco

Vecinos que llevan quince años de roces por unas baldosas; otros que discuten porque en lugar de usar el timbre se llaman a gritos por el balcón; o jóvenes que discrepan por el uso de las canchas deportivas...

Vecinos que llevan quince años de roces por unas baldosas; otros que discuten porque en lugar de usar el timbre se llaman a gritos por el balcón; o jóvenes que discrepan por el uso de las canchas deportivas... Todos estos pequeños conflictos vecinales tienen ahora un método dialogado de resolverse sin necesidad de que los problemas se enquisten ni acaben encaminándose a un juzgado. La oficina del Plan Integral del Casco Histórico (PICH) ha puesto en marcha un proyecto de mediación social que pretende "resolver conflictos de convivencia por la vía del diálogo, gracias al trabajo de proximidad, a la participación y al diálogo. Así, los vecinos de San Pablo, la Magdalena y el Arrabal Viejo pueden recurrir a cinco profesionales con experiencia en trabajos sociales, que acaban de estrenar oficina en el local de la Asociación de Vecinos de Lanuza-Casco Viejo (San Pablo, 23) y que, en apenas dos meses y medio 'en pruebas', llevan atendidas ya más de 20 demandas.

"Muchas de ellas se deben al desconocimiento de la información, por ejemplo, hay vecinos que dejan un somier en el portal porque no saben que existe el 010", comenta Teresa Sáez, coordinadora del servicio Amediar. Sáez explica que también hay reclamaciones por actividades molestas, por cuestiones de ruidos o de limpieza, y que los conflictos se pueden dividir según su grado de intensidad. "En torno al 40% de los problemas que nos llegan solo requieren un proceso de diálogo; el resto, son más complicados porque se cree que existe una intención de perjudicar, hay una disfuncionalidad comunicativa y las partes están muy alejadas", comenta Sáez. En estos casos, y si las dos partes se prestan, se inicia un protocolo de actuación que procurará reuniones con las partes por separado, algún encuentro conjunto y la ratificación de un acuerdo o un compromiso.

"La mediación contribuye a la paz social por el efecto rehabilitador de la comunicación", comenta Ana Sanromán, coordinadora de la oficina del PICH, que insistía en que esta iniciativa se dirige a todos los vecinos y no solo a los que puedan tener problemas derivados de la interculturalidad de los barrios del Casco.

Por su parte, José Manuel Alonso, concejal de IU y presidente de la Junta de Distrito, se felicitó por que el PICH haya conseguido desarrollar un proyecto social de estas características e informó de que el servicio de mediación cuenta con un presupuesto de 150.000 euros. En las últimas semanas se ha 'buzoneado' a los vecinos del Casco un folleto en el que se presenta esta nueva fórmula "en favor de la buena convivencia", que también tiene previsto impulsar actuaciones de carácter preventivo (en lo relativo a campañas de civismo) e, incluso, ofrece la posibilidad de informar de problemas desde el anonimato (976 280 262 o en el correo electrónico amediarpich@yahoo.es) ante el miedo por posibles amenazas de los vecinos.