EN ACTIVO DESDE ABRIL

El servicio de mediación del casco histórico recibe veinte peticiones de solución de conflictos

Su finalidad es solventar problemas de convivencia vecinal mediante el diálogo, cuenta con un presupuesto de 150.000 euros y con un equipo de cinco profesionales.

El Casco Histórico de Zaragoza cuenta desde el pasado mes de abril con un Servicio de Mediación que pretende ayudar a los vecinos de esta zona a resolver conflictos que derivan de la convivencia desde el diálogo, el entendimiento y la comprensión mutua, evitando así llegar a un proceso judicial.


El concejal delegado del Plan Integral del Casco Histórico (PICH) de Zaragoza, José Manuel Alonso, ha presentado en una conferencia de prensa este proyecto de mediación social, que cuenta con cinco profesionales, un presupuesto de 150.000 euros y está desarrollado por la entidad "Amediar".


Alonso ha insistido en que se trata de un proyecto incluido en el Plan Integral del Casco Histórico de la ciudad y está al servicio de los vecinos para atender a personas o grupos afectados por conflictos de convivencia y que quieran resolverlos por la vía del diálogo.


Los profesionales desarrollan su labor desde una perspectiva de proximidad al ciudadano y al problema, por lo que su ámbito de actuación son las calles del barrio, y los aspectos que se pretenden abordar son: conflictos en comunidades de vecinos, de utilización de espacios públicos y en espacios escolares, además de formación e información para asociaciones y campañas de sensibilización.


Una de las integrantes del equipo técnico del proyecto, Teresa Saez, ha comentado que desde la puesta en marcha de esta iniciativa se han recibido 20 solicitudes, la mitad son conflictos de alta intensidad que necesitan de un proceso de al menos tres meses para resolverse.


El 10 por ciento del total de solicitudes ha sido por desconocimiento o desinformación; el 50 por ciento por actividades molestas en el interior de las viviendas, falta de mantenimiento y de limpieza y problemas funcionales en las comunidades de vecinos, mientras que el 40 por ciento restante tiene que ver con el ruido en la calle que repercute en el descanso de los ciudadanos.


A su juicio, un servicio de estas características tiene éxito en una zona determinada siempre que haya habido un trabajo previo realizado por entidades y profesionales y si la población del barrio es sensible a resolver los conflictos de forma pacífica a través del diálogo, premisas que en el Casco Histórico se cumplen.


Por ello, ha señalado que a un servicio de mediación acude una persona que se implica y compromete con su conflicto y con sus solución.


Saez ha explicado que todavía hay mucho desconocimiento en el barrio y hay que hacer un trabajo de difusión importante para que los vecinos tengan constancia de la existencia de este servicio y cuenten con él a la hora de resolver sus conflictos, aunque ha querido recalcar que en el Casco Histórico las buenas prácticas son lo general y las malas, la excepción.


Aún así se van a poner en marcha varias campañas de sensibilización, una de limpieza enfocada a problemas detectados con los cubos de basura en la calle; otra respecto al abandono de los muebles en la calle; y otra para evitar el ruido y fomentar el descanso de los vecinos.


Otras de las actividades que se quieren impulsar son la formación, por lo que se han programado sesiones y charlas sobre cuestiones como espacios públicos, mediación y cultura de paz o ruido y salud, entre otras, y una red de apoyo mutua, que pondrá en contacto a personas que dan tiempo y perciben apoyo.


Alonso ha valorado este programa y ha considerado que debería extenderse y ponerse en marcha en otros barrios de la ciudad, como Las Fuentes o Delicias, donde también son necesarios, aunque ha querido subrayar que se trata de una iniciativa destinada a vecinos del barrio, independientemente de su procedencia.