DEJA EL AYUNTAMIENTO

Catalá se va a hacer las Américas

El ex concejal de Economía y Hacienda, Francisco Catalá, servirá en la embajada de España de Chile.

Catalá, a la derecha, saludó ayer a su sucesor en el Área de Economía, Fernando Gimeno.
Catalá se va a hacer las Américas
TONI GALáN/APG

Como los indianos de antaño, el ex concejal de Economía y Hacienda, Francisco Catalá, está preparando las maletas. Hoy cogerá el avión que le llevará a Santiago de Chile, a más de 11.000 kilómetros de distancia, con el objetivo de servir en la embajada de España del país andino. En el equipaje se llevará cinco años de polémica gestión en el Ayuntamiento de Zaragoza, el eco de sus encendidos debates con la oposición en el pleno municipal y algún que otro buen recuerdo. Y algo más: una pluma que le regaló ayer el alcalde y un libro, obsequio del portavoz de IU, José Manuel Alonso, y que lleva por título 'Cómo hacerse rico'. Ideal para un indiano.

Con la voz quebrada, Catalá se despidió ayer del pleno municipal antes de incorporarse a sus nuevas responsabilidades como consejero de Trabajo e Inmigración de la embajada de Chile. Y comprometido con sus nuevas responsabilidades, su adiós nada tuvo que ver con sus apasionadas intervenciones en el Ayuntamiento. Pura diplomacia, aunque como admitió el propio Catalá, la sesión de ayer fue "un mal trago".

La ronda de despedidas la abrió el portavoz de IU, José Manuel Alonso, con quien Catalá ha tenido una gran relación fruto de sus negociaciones de presupuestos y ordenanzas de los últimos años. "En estos casos se realiza un panegírico pero a mí no me apetece. Le odio profundamente porque se lleva cuatro libros míos que no me va a devolver", bromeó Alonso.

Prosiguió Manuel Blasco, del PAR, que dijo no sentir la marcha de Catalá. "Usted lo ha decidido y ha pensado que es lo mejor, pero en segundo lugar tampoco lo siento porque se va a un sitio que no conozco por lo que me abre puertas en otros lugares del mundo", afirmó en alusión a una próxima visita a Chile.

El portavoz de CHA, Juan Martín, con quien Catalá ha tenido sonoros enfrentamientos, admitió que "es difícil saber qué decir porque se va una persona con la que he intercambiado opiniones desde la discrepancia profunda". "Pero sí que destacaré una cosa -agregó-. El señor Catalá tiene palabra y la cumple".

La portavoz del PP, Dolores Serrat, puso un acento más ácido en su despedida. "De su gestión económica nos acordaremos nosotros y nuestros hijos", afirmó en referencia a la abultada deuda que arrastra el Ayuntamiento de Zaragoza. Hizo alusión a dos erres. "Una erre es la del reproche político. Pero hoy toca la erre del respeto a una decisión personal. Ha cumplido con lealtad con sus dedicaciones, sin escatimar tiempo", subrayó.

El turno de los portavoces municipales lo cerró el socialista Carlos Pérez Anadón, que recordó que su etapa municipal "ha sido la más intensa" de la carrera de Catalá. Incluso aplaudió el carácter polémico del ex concejal. "La oposición dice que llegaba demasiado lejos. Tus compañeros hemos de agradecer tu contundencia. Contigo ha habido nivel dialéctico y altura política", afirmó.

El alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, calificó a Catalá como "el mejor parlamentario de todos nosotros". Dijo que defendía "con tanta verosimilitud" sus ideas que lograba que sus adversarios dejaran de lado su percepción de la realidad "por la más colorista de Catalá". Incluso aseguró que negociaba "tan bien" que "vendía duros a seis pesetas y dejaba a su contrario con la sensación de haberlas comprado a cuatro". Destacó su independencia de criterio, reconoció que echará de menos "su risa, su descaro y su conversación" y le aconsejó dejar de leer HERALDO, aunque Catalá replicó que seguirá con atención la información aragonesa.

Catalá admitió que le hubiera gustado irse en otro momento, no en plena crisis, pero también dijo que "no se va a notar" su ausencia. Asumió entre risas su "idilio" con el portavoz de IU y le animó "a salir del armario". Pidió disculpas por sus "excesos de vehemencia", sobre todo con el PP, y agradeció el trabajo del resto de los concejales, de los trabajadores, de los sindicatos y de los medios de comunicación. "El que ha sido concejal de este Ayuntamiento, no deja de serlo", afirmó emocionado.

Tras el pleno, Catalá tomó una copa de cava con el resto de la Corporación y con los funcionarios del Área en la que ha trabajado los últimos cinco años. Hoy cogerá el avión rumbo a Chile para incorporarse a su nuevo destino. "Cuando regrese, volveré con el Imserso", bromeó tras el pleno. Como cualquier otro indiano.