TARAZONA Y EL MONCAYO

Restaurarán la cubierta del Salón de Obispos

La Fundación Tarazona Monumental ha adjudicado las obras, cuyo coste asciende a 300.000 euros.

Construcciones Urcayo es la empresa seleccionada por la Fundación Tarazona Monumental para restaurar la cubierta del Salón de Obispos del palacio episcopal turiasonense. Las obras, que empezarán este mismo mes de julio, permitirán preservar la joya pictórica que constituye esta estancia.

El presupuesto de los trabajos asciende a 300.000 euros y no serán sencillos precisamente. "Los andamios son muy complicados de colocar, tanto por el difícil acceso de la calle, como por la altura del montaje", explicó ayer Lola Zueco, gerente en funciones de la Fundación. El andamiaje de casi treinta metros se instalará en la fachada del palacio que da a las casas colgadas.

Son unas obras necesarias, ya que los daños en la cubierta del Salón de Obispos están provocando daños estructurales y grietas en esa zona del palacio, por no hablar de lo perjudicial que están resultando para las propias pinturas. "La sustitución de la cubierta nos va a permitir conservar las pinturas y el alfarje mudéjar de todas las humedades y las escorrentías de agua", contó Zueco.

Además, la Fundación aprovechará el andamio para disimular las grandes y llamativas grietas que hay en esa parte de la fachada. "Son menos aparatosas de lo que a primera vista parecen, los daños estructurales no son tan graves", aseguró la gerente en funciones.

El deseo de la Fundación hubiese sido actuar unos cuantos meses antes, pero la detección de un nido de cigüeña obligó a retrasar los trabajos. Hubo que esperar a que naciese la cría, bautizada por cierto con el nombre de Pietro Morone, en honor del artista italiano que diseñó el Salón de Obispos. Cuando se monte el andamio, se procederá a trasladar el nido a otra zona del palacio, ya que el resto de las cubiertas están en buen estado porque fueron restauradas por parte del Obispado y la Diputación Provincial de Zaragoza.

Después, las cigüeñas podrán regresar a su ubicación inicial. "El Instituto Aragonés de Gestión Ambiental (Inaga) nos obliga a que cuando finalicen las obras, instalemos en el mismo lugar donde está ahora el nido una estructura metálica para facilitar el que las cigüeñas vuelvan a su primer asentamiento, algo que también servirá para liberar del peso la cubierta", afirmó Lola Zueco.

El contrato con Urcayo se firmará en breve para poder empezar las obras este julio. El plazo de ejecución es de cuatro o cinco meses, por lo que seguro que antes de final de año la intervención habrá finalizado.