SOBRE LAS 17.00

Una fuga de una tubería provoca un enorme socavón

El incidente obligó a cortar dos carriles de circulación a la altura del hotel Ramiro I.

Dos carriles del Coso Bajo quedaron cortados al tráfico por el hundimiento del asfalto.
Una fuga de una tubería provoca un enorme socavón
T. GALÁN/A PHOTO AGENCY

Los viandantes y conductores que transitaban ayer por la tarde por el Coso Bajo se dieron un buen susto. Sobre las 17.00 el asfalto se hundió a la altura del número 123 del Coso generando un gran socavón que obligó a cortar dos carriles de circulación. El motivo más probable del incidente, según explicaron fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza, es una fuga de agua en una tubería. Al parecer, el agua generó una oquedad bajo el asfalto y este, al final, terminó por desplomarse.


Efectivos de la Policía Local vigilaron durante toda la tarde la zona afectada por el suceso para evitar accidentes. Según explicó el Ayuntamiento de Zaragoza, está previsto que los trabajos empiecen hoy y se alarguen durante tres o cuatro días. Esto se debe a que en primer lugar hay que arreglar la fuga, para después, comenzar las labores de relleno y compactación necesarias para tapar el agujero. Así que lo más probable es que las obras no se concluyan hasta final de semana.


Según el testimonio de varios trabajadores de la zona, el sábado por la mañana ya se acercó a la zona una patrulla de la Policía a hacer fotografías y el domingo por la mañana vallaron parte de la calzada. "Cuando yo llegue a trabajar a las 15.00 ya habían colocado las vallas", comentó una recepcionista del hotel Ramiro I, ubicado justo enfrente del socavón.


"Y hoy, sobre las 17.00 se ha hundido el asfalto", añadió el propietario de un bar cercano. Sin embargo, ni él, ni la trabajadora del hotel se enteraron del suceso. "Desde aquí no se ha oído ningún ruido y, al parecer, nadie pasaba por la zona en ese momento, así que no ha habido que lamentar ningún tipo de víctimas", comentaron.


Los testigos relataron además que en la zona donde se produjo el socavón, había un bache que se convertía en una auténtica bañera cuando llovía con fuerza. "Las alcantarillas de la zonas no tragan bien y eso hace que en esta calle se acumule el agua en varios puntos, entre otros, el que se ha hundido", explicó el propietario del bar.


Afortunadamente, no hubo que lamentar afectados, a excepción de los conductores que ayer circulaban por el Coso Bajo.


El socavón y las vallas que se pusieron alrededor de este para evitar cualquier tipo de incidente ocupaban ayer dos de los tres carriles de la calle, por lo que los vehículos solo disponían de uno para circular.