NATURALEZA

El galacho de Juslibol incorpora un sistema de pesca eléctrica contra sus especies invasoras

El humedal cumple 25 años como espacio público y el Consistorio lo celebrará hoy (20.30) con música, danzas, teatro y audiovisuales.

Los investigadores muestran un barbo, una especie autóctona, pescado ayer en el galacho.
El galacho de Juslibol incorpora un sistema de pesca eléctrica contra sus especies invasoras
ESTHER CASAS

El galacho está de aniversario, pero las celebraciones no ocultan la preocupación por su futuro. Así, entremezclando estas dos inquietudes, ayer se presentó un novedoso sistema de pesca eléctrica, que permitirá estudiar y limitar las especies invasoras del meandro. "Es un método no agresivo, que captura a los peces vivos, y que consiste en aplicar un pequeño circuito eléctrico sobre las aguas", explicaba ayer Lluis Benejam, uno de los investigadores del Departamento de Ecología de la Universidad de Gerona. Benejam y sus compañeros llevan diez años trabajando con unas máquinas que irradian leves descargas de cien voltios o cinco amperios, que 'atontan' a los peces para poder capturarlos. Así, se intentará poner coto a animales invasores como la carpa (proveniente de Asia), el alburno (de Europa del Este) o el pez gato (de América del Norte), que "es el primo del siluro, es onmívoro y causa un gran impacto".


Son pocas las especies autóctonas del galacho (apenas un 2%) aunque ayer, durante la exhibición de la pesca eléctrica pudieron verse varios peces fraile así como algún que otro barbo. La agresividad de las especies invasoras -también hay una charca con galápagos de Florida- está poniendo en jaque la biodiversidad del galacho, y las instituciones estudian, incluso, "ver si se puede gestionar pastoreo con caballos de la comarca para diversificar un hábitat que se ha quedado aislado del río". La concejal de Medio Ambiente, Lola Campos, recordó ayer que en el galacho hay 381 especies vegetales, 143 tipos de aves, 12 de mamíferos, 67 de mariposas, 82 de coleópteros... Además, recordó la iniciativa del alcalde Sainz de Varanda cuando, en 1984, adquirió 70 hectáreas del humedal (ahora ocupa unas 116), y reconoció el trabajo de Ansar y las ayudas de la CAI para promover su divulgación.


¿El último recodo?


El galacho de Juslibol, un meandro abandonado del Ebro, se formó hace 50 años tras una gran avenida del río que, incluso, llegó a tener dos kilómetros de ancho. Probablemente será el último galacho porque el Ebro está ahora excesivamente 'controlado' con embalses y presas.


"El galacho es un enclave único gracias al paisaje de ribera, a la zona esteparia del escarpe y a su cercanía a la ciudad", explica la educadora ambiental Olga Conde. "Lo más importante de estos 25 últimos años es que ha dejado de ser un espacio en el que la gente iba a lavar los coches y ya nadie lo ve como un simple merendero", añade.


Para celebrar este cambio de mentalidad y la apuesta por el acondicionamiento y la protección del galacho, hoy, a las 20.30, se llevará a cabo una gran fiesta en la plaza mayor de Juslibol. Se conmemora, además, el día del Medio Ambiente, el año de la Diversidad, los 50 años de la formación del galacho y los 25 de la compra municipal. Esta tardes, los vecinos del Alfocea, Monzalbarba y Juslibol disfrutarán de dulzaineros, dances populares, cajones flamencos y, además, se estrenará la 'Sinfonía del galacho', compuesta por Ignacio Alfayé e interpretada por la banda de música de Garrapinillos. También la Plataforma de Acción Infantil echará mano de su desparpajo teatral y se proyectará un audiovisual con la historia del galacho.