TRIBUNALES

El juez decidirá mañana si el homicida de Illueca va a prisión o a un psiquiátrico

El detenido sigue ingresado en el Miguel Servet, donde le están practicando pruebas.

El juez que investiga la muerte de una anciana en una residencia de Illueca todavía no ha decidido si el presunto homicida, Manuel Uriol Jaraba, ingresa en prisión o en un psiquiátrico. El detenido, un agricultor de Morés de 78 años con antecedentes psiquiátricos, fue trasladado el martes por la noche al Hospital Miguel Servet de Zaragoza. Y según fuentes de la investigación, allí podría permanecer hasta mañana, cuando está previsto que el instructor decida sobre su futuro.


La Guardia Civil dio ayer por concluido su trabajo y puso al arrestado a disposición judicial. Sin embargo, el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de La Almunia -a quien ha correspondido la investigación del crimen- todavía no le ha tomado declaración. Los médicos están practicando varias pruebas al paciente, y el magistrado espera a conocer el resultado de las mismas para tomar una decisión. En cualquier caso, no se descarta que este opte por agilizar los trámites y acuda hoy al centro hospitalario para interrogarle.


El crimen se perpetró el pasado lunes por la mañana en la residencia donde se alojaban la víctima y el presunto homicida. Como informó ayer este periódico, el detenido dio diferentes versiones de los hechos y llegó a decir a los investigadores que oía voces y le perseguían fantasmas, un relato típico de los enfermos esquizofrénicos.Una inesperada reacción

Solo algo así podría explicar su violenta e inesperada reacción, cuando, nada más levantarse, arrancó un trozo de tubería del lavabo y lo usó para golpear repetidamente en la cara a la fallecida, de 85 años.


Según fuentes de la investigación, en lugar de a la mujer, el anciano pensaba que había acabado con la vida de su propio hermano. Con este, soltero como él, había vivido en Morés hasta comienzos de año, cuando ingresó en la residencia de mayores de Illueca.


El juez espera ahora que los médicos diagnostiquen la enfermedad mental del detenido para pronunciarse sobre su futuro. Si los especialistas consideran que se trata de algo grave, el instructor podría optar por enviarlo a un centro sanitario para que reciba tratamiento psiquiátrico. Si por el contrario consideran que su enfermedad no reviste tanta gravedad, el juez podría enviarlo directamente a la cárcel donde, por su edad, sería ingresado en la enfermería.