SUCESOS

Una anciana es asesinada por un interno con problemas psíquicos en la residencia de Illueca

El presunto autor del crimen, de 78 años, la atacó con una tubería que arrancó del lavabo de un bañoLa víctima vivía desde hacía tres meses en el centro.

El juez Alfredo Lajusticia, encargado del caso, al salir de Illueca.
Una anciana es asesinada por un interno con problemas psíquicos en la residencia de Illueca
E. C.

El deterioro mental de un interno de la residencia de ancianos del municipio zaragozano de Illueca parece estar detrás del asesinato de Florencia Pericas Gregorio. La mujer, de 85 años y vecina de la cercana localidad de Gotor, vivía allí con su marido, Pascual, desde hacía unos pocos meses. Ayer fue víctima de la ira de Manuel Uriol Jaraba, vecino de Morés, de 78 años, quien al punto de la mañana la atacó con un trozo de tubería que previamente había arrancado del lavabo de un cuarto de baño.

El homicida la golpeó repetidamente en la cabeza y en la cara y le causó tan graves lesiones que murió allí mismo. Los responsables de la residencia avisaron a la Guardia Civil a las 8.30 de la mañana. Cuando los agentes llegaron al lugar la mujer ya era cadáver.

Por el momento se desconoce qué llevó a Manuel Uriol a agredir a Florencia Pericas y por qué la eligió a ella. El ataque se produjo cuando la mujer salió de su habitación y se dirigía a la planta baja. Su marido, Pascual, no estaba en esos momentos en la residencia ya que tenía cita con el médico en Zaragoza y una ambulancia del 061 había pasado a recogerlo temprano para llevarlo a la ciudad.

Al parecer, tras cometer la agresión, Manuel Uriol dijo a una de las cuidadoras que acababa de matar a su "hermano". No obstante, después le dijo otra cosa diferente a la Guardia Civil y fue cambiando sus versiones conforme le preguntaban. El hombre fue trasladado por los agentes al cuartel de Brea de Aragón donde, al cierre de esta edición, todavía permanecía. Está previsto que probablemente hoy sea puesto a disposición del juez de guardia. Desde la Delegación del Gobierno informaron de que el hombre tiene antecedentes psiquiátricos. Otras fuentes aseguraron que tiene síntomas depresivos.

El instructor de este homicidio será Alfredo Lajusticia, titular del Juzgado número 1 de La Almunia (a cuyo partido judicial pertenece Illueca) conocido por ser el encargado de investigar la presunta trama de corrupción urbanística de La Muela.

El juez se desplazó hasta la residencia acompañado por la comisión judicial, inspeccionó el lugar de los hechos y ordenó el levantamiento del cadáver. Poco después, los empleados de una funeraria llegaban al inmueble, situado en la calle de los Fueros de Aragón, y trasladaban el cuerpo de la víctima al Instituto de Medicina Legal de Aragón para practicarle la autopsia.

Florencia y su marido llevaban unos tres meses en la residencia. Estaban allí desde que ella se rompió la cadera. Ahora necesitaba andador para caminar, pero se estaba recuperando. "Ella era la que cuidaba a su marido, cuya salud es delicada. Pero al caerse, sus dos hijos decidieron traerlos aquí para que estuvieran mejor atendidos", explicó un compañero del matrimonio.

Respecto a Manuel Uriol, relataron que había vivido en Morés hasta principios de año "cuando empezó a irse de cabeza". "Entonces lo trajeron aquí", contaron. Durante toda su vida fue agricultor y una persona "pacífica" y "muy tranquila". Hasta entonces vivía con uno de sus dos hermanos, soltero, como él.

La residencia de mayores de la comarca del Aranda tiene 88 plazas, 35 de las cuales están concertadas con el Gobierno de Aragón, y ofrece una asistencia mixta, tanto para personas válidas como asistidas. Es de titularidad comarcal y está gestionada por la Fundación para el Desarrollo Social.

Los responsables del centro no quisieron dar ningún tipo de explicación sobre lo ocurrido y desde la recepción se limitaron a señalar que era "un mal día" para hablar.

Ninguno de los tres protagonistas de esta historia había sido derivado allí por los servicios sociales de la DGA. Fuentes del ejecutivo explicaron que la inspección que ejerce el Gobierno sobre las residencias se limita a que cumplan con los requisitos de habitabilidad y que los internos estén bien atendidos.

Respecto a los problemas psiquiátricos que pudiera tener el presunto autor del homicidio, señalaron que desconocían este extremo aunque puntualizaron que si un enfermo está tratado médicamente y responde bien puede residir en un centro normal.