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Sin rastro del joven desaparecido en el Ebro, que había bebido y no sabía nadar

La búsqueda fue infructuosa. Loan B., de 34 años, continúa desaparecido desde que en la tarde del pasado jueves decidiera meterse en el Ebro e intentara cruzar el río sin saber nadar. En tan temeraria acción le acompañó Cintah Z. P., de 36 años, que tampoco sabía nadar. Sin embargo, los dos habían bebido lo suficiente para desinhibirse y perder hasta tal punto el miedo que hicieron una apuesta para ver quién cruzaba primero el río. Así se lo confesó Cintah Z. a la Policía. El resultado fue que Ioan B. se hundió arrastrado por un remolino y a su amigo lo rescataron dos policías nacionales del islote en el que logró quedarse.

Desde las 20.20 del jueves los Bomberos de Zaragoza lo buscan sin que, al cierre de esta edición, se haya producido un resultado positivo. Los buceadores rastrearon durante todo el día de ayer las aguas de Ebro, fundamentalmente entre el puente del Tercer Milenio y el Pabellón Puente, ya que piensan que si su cuerpo se ha quedado enganchado tiene que estar en la misma zona en la que se metió. “Si se ha soltado puede ir a parar al azud o a la presa de Pina”, explicaron fuentes de este servicio municipal. Otros compañeros buscaron en las orillas aguas abajo del río, pero tampoco encontraron nada.

La voz de alerta de este suceso la dio una mujer que avistó a un hombre semidesnudo y tumbado en el islote en el que se apoya el Pabellón Puente. La ciudadana llamó al 112 que puso en marcha los servicios de emergencia. No obstante, el primero en llegar fue un coche patrulla del distrito de Centro de la Policía Nacional que se encontraba en las inmediaciones. Sus dos agentes no dudaron en quitarse la camisa y meterse en el agua para rescatar al hombre.

Cintha Z. P. se encontraba en buenas condiciones y fue trasladado a comisaría para tomarle declaración. Allí contó que había estado bebiendo con su amigo Ioan B. en la parte arbolada de la margen izquierda del Pabellón Puente y que se habían puesto tan borrachos que, aunque no sabían nadar, se apostaron a ver quién era el primero en cruzar el río. Él logró alcanzar al islote, pero Ioan B., al que llegó a ver cómo agitaba las manos y pedía auxilio, no.

Cintha Z. relató a los agentes que su amigo, que está casado y tiene dos hijos, llevaba un mes viviendo en su casa, en la calle de Portugal, en Las Delicias.Poca visibilidad

Los servicios de emergencia movilizaron rápidamente los equipos náuticos, con lanchas zodiac y motos de agua, y emprendieron una búsqueda que terminó a las 22.45 por falta de luz. El rastreo se retomó a las 7.40 de ayer y se prolongó hasta las 20.00 con relevos de los bomberos.

Los buzos rastrearon el fondo del río en ese punto donde hay pozas de hasta 16 metros de profundidad. Los submarinistas trabajaron enlazados con cuerdas, por parejas y con botellas de oxígeno e hicieron sucesivas inmersiones de 30 o 35 minutos cada una. La nula visibilidad en el agua (a la que ya están acostumbrados)_hace que tengan que tantear el fondo con las manos, tarea que se complica por la fuerte corriente que estos días lleva el río. Al mismo tiempo, se buscó en superficie, tanto andando como en motos de agua y se amplió la zona hasta el azud de Vadorrey, según explicaron ayer fuentes del servicio de salvamento.

Las labores de rastreo se reanudarán a primera hora de hoy.