18 DÍAS DESPUÉS

La joven que perdió un ojo en una atracción abandona el hospital

Los padres de la víctima, que tendrá que seguir recibiendo tratamiento, se han personado esta semana en la causa judicial.

Los médicos dieron ayer el alta médica a Laura Rucandio, la joven de 15 años que perdió un ojo al salir despedida de una atracción en la Feria de Andalucía de Zaragoza. La víctima, de 15 años, ha pasado 18 días en el Hospital Miguel Servet, los tres primeros en la UCI. El cristal que se le clavó en la cara se le introdujo en el cerebro y le causó un coágulo que todavía no ha sido absorbido. Por ello, aunque la chica ha regresado a casa, va a tener que seguir sometiéndose a un tratamiento farmacológico.


El padre de la menor, Eduardo Rucandio, explicó ayer que su hija evoluciona muy favorablemente. "Sin embargo, hace unos días, tuvo un brote de epilepsia y tenemos que reforzar la vigilancia. Al principio, pensamos que era un simple mareo, pero luego nos dijeron que era algo más serio. Puede que se repita o no, por eso tendrá que tomar una medicación un poco agresiva y nosotros tendremos que estar alerta por si se producen efectos secundarios", señaló.


En cuanto a las lesiones que la joven sufrió en el ojo, la herida ha cicatrizado bien. La familia está ahora a la espera de una nueva visita al oftalmólogo para decidir cuándo le colocan la prótesis. "Estamos contentos, porque por fin podemos volver a casa. También estamos algo inquietos, ya que a Laura le toca ahora recuperar su vida cotidiana, con sus amigos, sus compañeros..."


El 8 de mayo era una fecha importante para Laura. Ella y sus amigos celebraban un cumpleaños en el Parque del Agua, habían comido en el recinto e incluso se habían subido a los patines con forma de cisne. Por la tarde, el grupo decidió pasarse por la Feria de Andalucía, ubicada junto a la Torre del Agua. Y fue allí donde se amargó la fiesta. La joven salió despedida de una atracción llamada el Ovni Loco, golpeándose la cabeza contra la cabina donde se controlaba.


Acusación particular


Un juzgado de Zaragoza abrió diligencias previas para esclarecer las causas del suceso, y la familia, como afectada, se ha personado ahora en la causa. Aunque la atracción tenía todas las licencias necesarias, lo cierto es que las medidas de seguridad eran prácticamente inexistentes. Los usuarios no tienen ningún sistema de anclaje a los asientos y solo pueden sujetarse al tubo metálico que rodea el platillo.