COMARCA DE ZARAGOZA

Un día sobre dos ruedas en María de Huerva

La localidad zaragozana celebró ayer la segunda edición del Día de la Bicicleta con un paseo en familia por las principales calles del pueblo.

Si "las bicicletas son para el verano, la estación estival ya ha llegado a María de Huerva", comentaba ayer la alcaldesa de la localidad, Mar Vaquero, durante la celebración del segundo Día de la Bicicleta.

Esta iniciativa, organizada por la Peña Zaragocista Ribera del Huerva de María, con la colaboración del Ayuntamiento, consiguió ayer llenar las calles con una marea naranja, color elegido por la Peña Zaragocista para distinguir con una camiseta a las casi doscientas personas inscritas en la actividad.

Al grupo cicloturista de la localidad se fueron añadiendo otros vecinos a última hora, que quisieron disfrutar sobre dos ruedas la soleada mañana de domingo.

Tras recorrer varias calles del municipio por un itinerario previamente señalizado, el grupo llegó al Parque de Poniente, donde les esperaba un tentempié para recuperar energías.

Participantes de todas las edades, padres, madres, niños... y bicicletas de todo tipo, de dos ruedas, de cuatro, con sillitas para niños, con carros par bebés, se animaron a pasar una divertida jornada, en la que no faltaron recorridos con señalización vial y obstáculos.

Hubo, también, premios y sorteos de regalos, todos del Real Zaragoza:camisetas, balones, bufandas, banderines.. como si en los duros momentos que ha atravesado el equipo esta temporada se quisiera resaltar aún más el apoyo luciendo su escudo.

En definitiva "una actividad que combina perfectamente diversión, deporte y convivencia con familia y amigos", tal y como indicaba el presidente de la peña zaragocista Juan Miguel Jiménez Lacaba, durante las palabras que pronunció durante el acto.

Según los organizadores, la organización del segundo Día de la Bicicleta ha venido prácticamente impuesta después del éxito del año pasado. Ayer se volvieron a recorrer las calles de la localidad en compañía de padres,tíos, abuelos y amigos, con el objetivo de pasar un buen rato, porque la celebración no es competitiva: no hay ni ganadores ni perdedores. . A la finalización de esta actividad los más pequeños particaron en una gymkana en el parque de Poniente, en la que aprovecharon para aprender el uso de la bicicleta en las calles.