ADICCIONES

La crisis y el botellón disparan un 30% el número de asistidos por problemas de drogadicción

La última memoria del Centro de Solidaridad de Zaragoza revela que el 86% de los atendidos en Proyecto Hombre en 2009 eran parados.

La sombra de la crisis se ha hecho demasiado alargada y ha empezado a proyectarse en ámbitos especialmente sensibles de la sociedad. Entre ellos, el de los que padecen algún tipo drogadicción. A lo largo de 2009, fueron 165 las personas que pasaron por la residencia de Proyecto Hombre para tratar de solucionar su problema con las drogas. Y de ellas, el 86% se habían quedado sin empleo. Así se desprende de la última memoria de la Fundación Centro de Solidaridad de Zaragoza (CSZ), responsable del programa, para quien resulta imposible disociar ambos problemas, "porque uno lleva al otro".

"Según los datos que nos facilitan algunas instituciones, el consumo de drogas se ha estabilizado o ha experimentado un ligero descenso. Sin embargo, no es esta la realidad que nosotros estamos observando", aseguraba ayer José Antonio Gimeno, responsable de programas de CSZ. "Al haber menos trabajo, desciendo el poder adquisitivo, y quienes están acostumbrados a consumir drogas necesitan delinquir para poder sufragar su coste", añadía. Para la fundación, el factor crisis está siendo "determinante". "Hay mucha gente que ha tocado fondo y a la que el contexto social le ha hecho caer en una espiral muy peligrosa", insistía Gimeno.

Según la última memoria de Proyecto Hombre, el segmento de población más afectado por las adicciones graves es el de las personas de entre 36 y 40 años (40 internos en 2009, por los 34 del año anterior).

La fundación advierte en su informe de otra preocupante realidad, de la que llega a hablar en términos de "alarma". Se trata del considerable repunte que ha experimentado el consumo de alcohol, especialmente entre los más jóvenes. A lo largo de 2009, CSZ atendió a un total de 1.467 personas a través de sus diferentes programas, y una de cuatro tenían un problema exclusivamente relacionado con la bebida.

El botellón no es solo alcohol

Los responsables del Centro de Solidaridad de Zaragoza reconocieron ayer que les inquieta "y mucho" el desarrollo "imparable" del botellón. "Y nos preocupa porque significa comenzar a transitar por un camino que no sabes donde te puede llevar. Se empieza por el alcohol, pero el fenómeno del botellón va ligado también al consumo de marihuana y pastillas", explicaba ayer José Antonio Gimeno. "La falta de límites lleva a los jóvenes a asociar las drogas con la cultura del ocio, y esto nos parece bastante alarmante", apuntaba.

La presentación de la memoria de 2009 tuvo lugar en la sede del Justicia de Aragón, y el anfitrión, Fernando García Vicente, quiso llamar la atención sobre el notable aumento de las asistencias en los centros penitenciarios de la Comunidad. "A lo largo del año pasado, el número de casos de drogadicción atendidos entre la población reclusa se incrementó un 97%", recordó. "Y este es el camino -añadió-, porque no hacemos nada con encerrar a alguien en prisión si no abordamos su problema desde todos los frentes".

El presidente del comité ejecutivo de la fundación, Rafael Aguelo, aprovechó también para presentar la llamada Semana de la Solidaridad, que concluirá con una gala benéfica en el Teatro Principal el próximo 4 de junio.