PARQUE DEL AGUA

El canal se pone aún más bravo

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Seis miembros del C. D. Pirineos posan ayer en el canal de aguas bravas 'seco'.
El canal se pone aún más bravo
ESTHER CASAS

Son el único club de bajadas por aguas bravas de Zaragoza y lamentan que no pueden practicar su deporte en su ciudad sin 'hipotecarse', a pesar de tener unas instalaciones envidiables y casi únicas en España. El C.D. Pirineos, formado por 70 socios pese a haber sido fundado hace menos de un año, denuncia que el canal de aguas bravas "tiene unos precios abusivos" para practicar este deporte con regularidad. La empresa que gestiona la instalación, por su parte, apunta que "es lo que cuesta" y destaca que se han hecho ofertas especiales al club deportivo para facilitarle su entrada.

Jorge Martín, uno de los miembros del club, cuenta que el año pasado llegaron a un acuerdo para hacer bajadas por seis euros por persona y hora, si lograban reunir grupos de más de 15 personas, algo que considera "razonable". "Fue un éxito, la gente casi se pegaba por entrar", recuerda. Sin embargo, en noviembre la instalación cerró porque su rentabilidad, siempre complicada, es directamente inviable en invierno.

A la vuelta de la temporada, Náutida (nombre de la empresa) les ofreció "pagar 4.000 euros por adelantado para meternos en bajadas que se fueran concretando, sin fijar fechas ni nada", cuenta Martín, quien califica la propuesta de "inaceptable". Finalmente, acordaron bajadas a entre 15 y 20 euros, dependiendo del número de palistas que participaran. "Hemos ido dos veces y es imposible, porque te meten con grupos de hidrospeed o de rafting y peligra el físico de ellos y de nosotros", opina el miembro del C. D. Pirineos.

Sergio Rivera, responsable de la empresa, cuenta que "cada hora de bajada cuesta 1.000 euros en gastos", entre personal y costes eléctricos, y que al ser una empresa privada tiene que rentabilizarlos. "La única instalación parecida a esta, que esta en la Seo de Urgel, es el 50% más cara para grupos que la nuestra", defiende Rivera, quien apunta que "más barato no puede ser". "No podemos subvencionar a nadie", mantiene.