VIVIENDA

"Las tarifas son libres y los precios se están ajustando"

.

Jara Marco, Eduardo Nogués, Sara Serrano y Jesús Polo frente a un edificio que ha pasado la ITE.
"Las tarifas son libres y los precios se están ajustando"
J. MARCO

Nadie se niega a preservar la seguridad de los suyos en su propia casa, pero cuando llega la carta del Ayuntamiento, muchas comunidades de vecinos se revolucionan. "Les preocupa que les puedan multar y se les pase el plazo. Y, claro, también les preocupa el dinero. No obstante, últimamente las revisiones son en zonas con menos problemas y la mayoría de los inmuebles pasan la ITE a la primera". Hablan Jesús Polo y Eduardo Nogués, arquitectos de Zaragozaite (www.zaragozaite.com), una empresa que se encarga en exclusiva de hacer este tipo de inspecciones.

Hasta ahora habían supervisado, sobre todo, inmuebles del Casco Antiguo, pero aseguran que desde el último buzoneo del Ayuntamiento no paran de lloverles encargos de otros barrios de Zaragoza, como Delicias, Torrero, la zona de Gran Vía o Monzalbarba. "Las asociaciones de vecinos y las comunidades de propietarios se están movilizando para informarse y para conseguir mejores precios. Las tarifas son libres y la gente se está espabilando, así que los precios se están ajustando", añaden.

Agruparse, en el caso de los unifamiliares, es más que recomendable. Además, los afectados por la medida no tienen por qué alarmarse antes de tiempo. Los inmuebles que están cuidados no tienen problemas.

Ellos explican en qué consiste una ITE. Primero reciben la solicitud del inmueble y le dan presupuesto. Después deben organizar la visita y quedar en un momento en el que esté el mayor número de propietarios, ya que deben entrar en los pisos. La inspección es visual y estudian todo: fachadas, patios interiores, toldos, balcones, fisuras... "Por último, tramitamos el informe (debe visarlo el Colegio competente) y lo llevamos a Urbanismo. Todo acaba cuando le damos la copia al cliente", concreta.

Si la inspección no resulta favorable, vuelven después de que se hayan subsanado los problemas para hacerla de nuevo. El proceso acarrea trabajo, pero no es complicado para los vecinos. "El montante final en una inmueble puede oscilar entre los 1.000 euros o mucho más. Todo depende de si hay que entrar en obras y de qué tipo de problema tiene la casa. No es lo mismo arreglar un fallo estructural que un balcón", comentan Jesús y Eduardo.

Ahora bien, desde el Colegio de Administradores de Fincas de Aragón llaman la atención sobre un problema que han detectado en las últimas semanas. "Es cierto que a partir del mes de marzo hemos notado un aumento de los requerimientos a las comunidades de propietarios. Pero, en algunos casos, el Ayuntamiento no había comprobado que estas inspecciones ya se habían presentado en Urbanismo hace casi dos meses", aseguran.