TRADICIONES

Cadrete celebra sus fiestas sobre ruedas

.

Imagen de la yincana de quads y motos celebrada ayer.
Cadrete celebra sus fiestas sobre ruedas
A. M.

La localidad de Cadrete celebra estos días sus fiestas en honor de la Santa Cruz de Mayo. Los vecinos del municipio disfrutan hoy del día grande de esta festividad, que girará en torno a la ofrenda y la procesión, programadas para las 11.30. Al finalizar este acto se servirá un vermú popular para los asistentes, que también podrán disfrutar y bailar al ritmo de la música de la charanga.

Los protagonistas de la tarde serán los más pequeños. Primero, asistirán a la obra de teatro 'Cuentos de aquí y de Allá y de mi abuela también', que tendrá lugar a las 17.00. Y una hora después -a las 18.00- se pondrán a correr delante de los cabezudos, que saldrán desde la plaza del Ayuntamiento acompañados de las peñas y la charanga.

Pero los chavales no serán los únicos que disfruten de esta tarde. Los veteranos de Cadrete tienen preparada una revista de variedades bajo el optimista título 'De la crisis ríete'. Y después, el broche final de estas fiestas lo pondrá la entrega de premios correspondientes a todos los concursos celebrados y, como no podía ser de otra manera, la traca de fin de fiestas.

Se cierra así todo una fin de semana de celebraciones que arrancó el viernes con el pregón de fiestas, seguido por un recorrido por las distintas peñas, amenizado con la música de la charanga y animado por los disfraces de los participantes alusivos al mundo del cine. Después, para recuperar las fuerzas antes de empezar la discomóvil, se celebró una cena con un abundante menú popular.

Un domingo animado

Ayer fue uno de los días más animados y todo marchó sobre ruedas. Sobre todo porque a las 10.00 comenzó en la explanada del colegio la yincana de motos y quads, organizada por la asociación Motor Club Bajo Huerva. En ella participaron tanto jóvenes promesas como adultos ya veteranos.

Y mientras unos hacían trompos y maniobras varias, los peñistas se ponían manos a la obra para preparar el tradicional rancho, del que posteriormente disfrutaron los vecinos de la localidad y que acompañaron de buen vino. Aun con todo debieron de quedarse con hambre, porque a las 19.00 eran muchas las personas que hacían fila para recibir su correspondiente ración de chocolate con bollos, preparado por las maestras de la localidad.