GENTE Z

Un paseo nocturno a ritmo de guitarra y guitarrico

La jota bajó a la calle la noche del jueves y lo hizo con todo el equipo: joteros, bandurrias, laúdes, guitarras y guitarricos. El objetivo: administrar una dosis extra de cultura aragonesa a los que andaban por el centro de la ciudad disfrutando del arranque del puente de San Jorge.

Dos momentos de la ronda, en la plaza de España y la calle de Alfonso I.
Un paseo nocturno a ritmo de guitarra y guitarrico

La jota bajó a la calle la noche del jueves y lo hizo con todo el equipo: joteros, bandurrias, laúdes, guitarras y guitarricos. El objetivo: administrar una dosis extra de cultura aragonesa a los que andaban por el centro de la ciudad disfrutando del arranque del puente de San Jorge. Los encargados de hacer sonar estas notas folclóricas fueron medio centenar de alumnos de canto y ronda de la Escuela Municipal de Música, encabezados por sus profesores: José Luis Muñoz -guitarra-, Begoña García -canto-, Alberto Artigas y Sergio Aso -bandurria y laúd-.

Es el séptimo año que se organiza esta rondalla por las calles del centro de la ciudad y, como en otras ocasiones, no faltaron los estribillos más populares: 'los labradores', 'va delante de su madre'? "Eso que cantamos todos, vamos", resumió José Luis Muñoz, profesor de guitarra y uno de los organizadores del acto. Ante semejante tentativa, al final el público no pudo resistirse, aclaró la voz, y se arrancó con la jota. "Es lo que hace especial a esta rondalla. Acabamos cantando con la gente de la calle", explicó Muñoz.

Los cincuenta alumnos de la escuela llevaban desde enero ensayando para esta rondalla. "Desde principio de curso ya nos preguntan si la vamos a preparar", afirmó Muñoz. Y es que, según explicó el profesor, es una de las "manifestaciones más legendarias de nuestra jota", a pesar de que cuenta con alguna dificultad añadida. No hay ni micros, ni focos y, además, hay que estar de pie e ir andando. Como se hacía antes cuando los mozos rondaban a las novias. La madrugada del viernes, los ronderos modernos no quisieron olvidarse de sus antecesores y en honor a ellos se escuchó en un momento del recorrido: "Viva la ronda que ronda, y vivan los ronderos. Vivan las niñas bonitas que salen a los balcones".

Los joteros partieron de la plaza de Santa Engracia a las 23.30. Tras inundar con jotas el Paseo de la Independencia, la plaza de España, el Coso y la calle de Alfonso I, desembocaron hora y media y diez paradas después en la plaza del Pilar. Durante el recorrido se cantaron jotas de ronda, pero en las paradas se dejó el turno para las de estilo, interpretadas por algunos alumnos. Fueron los momentos con más bocas abiertas entre el público. "Menuda voz", comentaban dos señoras en una de las paradas realizadas en el paseo de la Independencia. Las mismas que, solo unos minutos después, ya no se acordaban de la escasa excepcionalidad de su voz e intentaban seguir -con pocos resultados- el ritmo que marcaban las bandurrias.