DE VISITA EN ZARAGOZA

Pumpido no cree que exista delito de prevaricación en el caso de Garzón

El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ha participado en la imposición de la Cruz de Honor de la Orden de San Raimundo de Peñafort al fiscal superior de Aragón, José María Rivera, que ha tenido lugar en Zaragoza. Tras el acto ha sido preguntado porel caso de Baltasar Garzón y ha recalcado que el criterio de la Fiscalía "no coincide con la idea de que pueda haber un delito de prevaricación".

El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ha asegurado que las personas que se dedican a la función pública o a la acción de la Justicia son "servidores públicos" que no trabajan "ni para la fama ni para la gloria", sino para la gente y para los ciudadanos "que pagan nuestros sueldos".


Así lo ha indicado en su intervención durante el acto de imposición de la Cruz de Honor de la Orden de San Raimundo de Peñafort al fiscal superior de Aragón, José María Rivera, al tiempo que ha considerado que "cuando el trabajo bien hecho arrastra una recompensa que va más allá de la íntima satisfacción, se producen momentos raros, incómodos para el destinatario".


A su juicio, la única verdadera satisfacción que espera a las personas que se dedican al ámbito de la justicia es la del "deber cumplido" y "el trabajo bien hecho", ya que antes que nada son "servidores públicos, juristas asomados a la sociedad".


Por ello, ha recalcado que otras opciones, como "el espectáculo mediático, el efectismo de las decisiones más impactantes, el manejo de los tiempos políticos o la habilidad para pulsar la fibra social", conducen "sólo a la notoriedad efímera" y a la "perturbación de la calma y el equilibrio", imprescindibles para el ejercicio "correcto" de las funciones encomendadas.


"No trabajamos para la fama ni para la gloria, trabajamos para la gente, para los ciudadanos que pagan nuestros sueldos con la esperanza de que les ayudemos a resolver sus problemas de manera pacífica, ajustada a la ley", ha apuntado el fiscal general del Estado.


Y es que el cumplimiento del deber en el ámbito del servicio público, en su opinión, comporta la "enorme responsabilidad" de hacer frente a "retos difíciles" que deben ser superados "mediante un trabajo en ocasiones penoso, silencioso, constante y tenaz".

El caso de Garzón

A la salida del acto, y preguntado por los medios de comunicación respecto al caso del juez Baltasar Garzón, Conde-Pumpido ha recalcado que la fiscalía "está llevando una posición estrictamente jurídica", pero su criterio "no coincide con la idea de que pueda haber un delito de prevaricación".


No obstante, ha insistido en que se limitan a hacer "exclusivamente" su trabajo, que es dictaminar para que sus dictámenes "puedan ser valorados por el Tribunal Supremo", al que la fiscalía le ofrece "siempre" su "respeto y máxima consideración".


En el acto de se ha reconocido al fiscal superior de Aragón, José María Rivera Hernández, "un jurista inquieto" que se ha ganado la Cruz de Honor de la Orden de San Raimundo de Peñafort con su modo de hacer "tranquilo, amable siempre, discreto y eficaz" y por prestar un servicio "extraordinario" con capacidad de "hacer fáciles las soluciones y resolver los problemas", ha comentado Conde-Pumpido.


Ha destacado de Rivera virtudes como su inteligencia, su capacidad de reflexión serena y afable, su sencillez y brillantez y su "forma de ser y de hacer de quien con su sola sonrisa es capaz de transmitir la serenidad que requiere su función".


Por su parte, Rivera se ha mostrado muy agradecido y muy satisfecho por este reconocimiento y ha querido resaltar los cambios que se han llevado a cabo en el Ministerio fiscal, como la especialización o la creación de las fiscalías en las comunidades autónomas, que la convierten en una "institución más viva" y "más al frente de la protección de los derechos de los ciudadanos".


En el transcurso del acto se ha reconocido el trabajo de la fiscal María Victoria Esponera y de la funcionaria Mercedes Iriberri.