BICIS

Primera concentración de bicicletas clásicas en el parque Grande

Un puñado de ciclistas, vestidos de época, se dieron ayer una vuelta con antiguas BH, Orbea y hasta una Columbia de 1895.

Algunos de los participantes de la marcha de ayer.
Primera concentración de bicicletas clásicas en el parque Grande
CARLOS MONCíN

Sonrisas, gestos de sorpresa y alguna que otra cara de aras de póquer. Estas fueron ayer en el parque las reacciones más comunes al ver a un buen puñado de ciclistas que parecían haber atravesado el túnel del tiempo. Por primera vez se celebró en Zaragoza una concentración de bicis clásicas, en la que sus propietarios no dudaron en vestirse de época para dar un toque colorido a la celebración. "En muchos otros países, sobre todo en Portugal, estas marchas son habituales. Nosotros nos decidimos a quedar a través de internet, donde muchos somos habituales de foros sobre bicicletas antiguas", explica David Castillo, a quien se le puede considerar 'alma mater' de esta iniciativa convocada a través de la página web http://cicloclasica.ning.com. "La idea es tan sencilla como juntar cuatro amigos, conocernos (porque hablamos en los foros pero nunca nos habíamos visto), pasear, dar una vuelta y comer en el parque", cuenta Castillo, cuya intención era reunir bicicletas que tuvieran más de 50 años, utilizadas tanto para usos cotidianos como para competición.

De los que se pudieron ver ayer, uno de los vehículos 'con solera' más llamativos fue el que trajo Mario Moreno, desde Jaca, y que databa del año 1895. "Es una bicicleta americana de la marca Columbia. En tiempos fue muy popular y ahora es una auténtica pieza de museo o de coleccionista", cuenta Moreno. "Para encontrar bicicletas clásicas es necesario salir al mercado europeo -Francia, Inglaterra, Alemania- porque aquí apenas se comenzó a apostar por la fabricación de bicicletas en los años 20, cuando se tuvieron que cerrar antiguas fábricas de armamento bélico y se 'reciclaron' o reorientaron haciendo bicis", explica. Así, las marcas veteranas españolas más conocidas son las BH, las Orbea, las Gac, las Dal -protagonista de anuncios de cartelería de los años 50- y las Cil. Del extranjero, la más conocida era la Columbia, que "era la bicicleta estrella y, además, aun siendo de importación resultaba más barata que las que se fabricaban en España", explica Moreno. Otro vehículo bastante insólito en la 'quedada' de ayer era una 'Mangurrini Special', cuyo nombre no era sino una invención de su 'creador', Segundo de Miguel. "No es una bici antigua, en realidad la monté hace un par de años, lo que pasa es que tiene una estética retro", explica. De Miguel construyó él mismo el chasis y le dio a su bici un aire 'chopper' (alargado, como si recordara a una Harley) y otros elementos de las 'cruiser', las 'lowrider' o las 'roadster'; un sinfín de modalidades y cuestiones técnicas solo aptas para expertos.

"Esta cita también es una forma de animar a todos aquellos que tengan bicis antiguas a que las desempolven, las reparen y las pongan en valor", comentaba Ramón Lambán, del colectivo Pedalea, que apoyaba la concentración.

Radios, manillares y llantas aparte, la mañana también resultó simpática porque los participantes en la marcha lucían unas galas de lo más peculiares: chalecos, bandoleras, calcetines altos, algún que otro pololo y boinas bien calzadas. Los más atrevidos sumaban a sus jersey de rombos unos voluminosos e historiados bigotes, que retrotraían a los espectadores a los años de la 'belle epoque'.

"El ir caracterizados es una moda importada de Londres, donde hacen las 'tweed run', unos encuentros en los que van vestidos emulando los años aproximados de cuando se usaba su vehículo", cuenta Castillo, que no duda que esta cita lúdica y no competitiva tendrá continuación en un futuro. La pujanza del 'universo bici' en Zaragoza alcanza también el baúl de los recuerdos.