TRIBUNALES

La Audiencia sentencia que el comprador de un coche robado es el propietario legal

Lo adquirió por internet sin saber que había sido sustraído. El fallo condena a los falsificadores de los papeles a cuatro años.

Compró un todoterreno a través de internet. No sabía que se trataba de un BMW modelo X5 robado y que su propietario lo había denunciado. El dueño cobró una indemnización de su aseguradora por valor de 41.420 euros y ahora la Audiencia Provincial de Zaragoza ha fallado que el propietario legal del coche es el que lo adquirió en la red.

Se trata de una sentencia pionera, ya que, según explicó el abogado del comprador del vehículo, Javier Osés, hasta ahora la consideración de establecimiento mercantil era atribuida solamente a locales abiertos al público y este es "uno de los primeros casos, si no el primero" en el que se incluye a internet como establecimiento.

Según se especifica en la sentencia, que podría ser recurrida ante el Supremo por parte de la compañía aseguradora, como responsabilidad civil se otorga la posesión definitiva del vehículo al comprador, Carlos Javier Casanova, a partir de la firmeza de la resolución. Hasta que esto suceda, Casanova mantendrá la propiedad provisional del mismo en base a la fianza prestada que podrá recuperar.

Por su parte, los acusados de los delitos de receptación y continuado de falsedad en concurso con un delito de estafa deberán indemnizar al comprador por los gastos abonados para la concesión del aval necesario para el uso actual del vehículo. Y también deberán indemnizar a la aseguradora Groupama en la cantidad que abonó al propietario originario.

La pena principal para los dos acusados, Miguel Luis Bueno y Alberto Muñoz, es de cuatro años y seis meses de prisión, multa de unos 39.000 euros e inhabilitación como empresarios en cualquier rama relacionada con los vehículos de motor por tres años.

Los dos acusados consiguieron tener a su disposición el vehículo todoterreno matrícula 2041DLV, que había sido sustraido en Alicante y que era propiedad de Julio Reillo. Este último denunció su desaparición y fue indemnizado por la compañía de seguros en virtud de la póliza que tenía contratada.

Los acusados, que se dedicaban a la compraventa de vehículos, modificaron el número de bastidor y colocaron una nueva matrícula, además confeccionaron una tarjeta de inspección técnica falsa haciendo que coincidiera en todas sus características con un BMW que pertenecía a otra empresa, Euroinversiones Benidorm.

Luego lo colocaron en un portal de ventas por internet. La compra se pactó por 36.540 euros en julio de 2007 y la transferencia se inscribió en la Jefatura Provincial de Tráfico. Las irregularidades cometidas se detectaron cuando Euroinversiones Benidorm pretendió poner a su nombre en tráfico el todoterreno y se encontró con que ya estaba inscrita otra titularidad.