ZARAGOZA

El recorrido del tranvía ya tiene 6,5 kilómetros de vías instaladas, más de la mitad

En varias zonas del eje ya se ha colocado la estructura por la que circularán los convoyesEsta semana se ha cumplido medio año del inicio de unos trabajos que durarán 21 meses.

El 18 de agosto del año pasado, un martes caluroso en medio del verano, comenzaron las obras del tranvía con la simbólica colocación de un cartel en Isabel la Católica, junto a la Romareda y frente al Hospital Miguel Servet. Seis meses después, el trazado por donde circularán los convoyes, que nace en Valdespartera y llega hasta la plaza de Paraíso, está 'patas arriba', aunque con unos avances más que palpables en todos los tramos.

 

Estos progresos tienen la máxima evidencia en la instalación de unas vías que proliferan por todo el recorrido, a un ritmo cada vez más rápido. De hecho, ya se han colocado 6,5 kilómetros de los 11,6 que tiene el total de la primera fase del tranvía -5,8 kilómetros por sentido-. Calles como el paseo De los Olvidados (en Valdespartera) o Fernando el Católico tienen ya varios cientos de metros de esta estructura colocada, contando los dos sentidos de circulación.

 

Esa 'visibilidad' de los avances se acentúa conforme van pasando los meses, ya que los primeros compases de las obras el trabajo fue más 'oscuro': levantar zanjas, quitar el pavimento, sacar tierra, renovar los servicios... Intervenciones que aún se llevan a cabo en las 'tripas' de algunos tramos, pero que se hacen de manera paralela a otras acciones que afectan más a la superficie del recorrido.

 

Valdespartera es un buen ejemplo de los diferentes estadios que atraviesa la obra. Este barrio tiene la ventaja de que apenas hay que tocar los servicios -tuberías y cableados de diverso tipo-, ya que son prácticamente nuevos. Aún así, en la avenida del Séptimo Arte hay que hacer alguna modificación para evitar que la plataforma tranviaria pase por encima de los conductos.

 

Hay calles de esta zona en las que ya se han instalado las vías. En el paseo De los Olvidados ayer había unas 15 personas echando el hormigón de la plataforma y calibrando los carriles con ayuda de unas agarraderas amarillas que, con precisión milimétrica, permiten dejar fijadas las vías en el punto justo, en unas labores en las que no se admiten errores.

 

En la calle de Volver a Empezar, por la que el tranvía entrará en Valdespartera procedente de Vía Ibérica, la actividad es muy intensa con la construcción de las cocheras -el mes que viene ya estarán listos los fosos en los que se revisarán las máquinas- y en la instalación de la subida que tendrán los convoyes en paralelo a esta calle. Para ello, hace nueve días se colocaron tres enormes vigas, una de ellas de 70 toneladas.

 

En Vía Ibérica e Isabel la Católica, al margen de los trabajos en la plataforma, se sustituyen estos días tuberías y colectores, viejos conductos de gran capacidad que están siendo renovados. En la primera de estas calles el 3 de febrero se comenzaron a colocar los postes de las catenarias, en una presentación pública que contó con la presencia de la concejal de Servicios Públicos, Carmen Dueso, y la plana mayor de la sociedad Los Tranvías de Zaragoza, encargada de la obra. Ese día se colocaron dos postes. Ayer, 18 días después, solo había uno más.

 

Aunque la colocación de vías comienza a ser evidente en estas dos calles, es en Fernando el Católico donde se ve mayor continuidad de los carriles. Ya está hormigonado todo el tramo en sentido centro, salvo en los cruces, y en la zona más cercana a Goya, además, se están renovando tuberías en el bulevar central. Donde aún no hay rastro de vías es en Gran Vía. Sin embargo, allí la metamorfosis ha sido brutal, con un descubrimiento del bulevar que dejó el Huerva a la vista, pero que ya es historia: se han colocado más de cien vigas, que cierran la visión del río desde la plaza de Paraíso hasta la calle de Laguna de Rins.

 

Aunque los avances son evidentes, aún queda. Desde la sociedad Los Tranvías de Zaragoza no se quiere facilitar el porcentaje de obra civil ejecutada, ni tampoco se fijan plazos concretos. Sobre el papel, en quince meses deberían estar los tranvías circulando por la ciudad.