Gran Vía se empieza a parecer de nuevo a una calle. Al menos, el tramo más cercano a la plaza de Paraíso. Allí, el cubrimiento del Huerva, levantado por completo hasta hace dos semanas, ya está totalmente construido y al nivel del resto de la calzada. Ya tiene la losa de hormigón definitiva, por lo que 'solo' falta urbanizar la zona e instalar la plataforma del tranvía, con sus vías correspondientes.

A finales de la semana pasada se vertió el hormigón en los 28 primeros metros de Gran Vía, y esta semana se hará lo propio con otros 30. La loseta definitiva tiene 25 centímetros de espesor y se coloca encima de las nuevas vigas y de las planchas de hormigón que se sitúan entre ellas. Esta capa definitiva se expande entre una gran red de mallas metálicas, que se instala previamente.

Esta céntrica calle se comenzó a cubrir el 1 de febrero, y en solo 15 días ha dado un cambio radical. Ya se han colocado 117 vigas, algo menos de la mitad del total. Estas ya llegan hasta el comienzo de la calle del Arzobispo Domenech. De manera paralela se instalan las planchas de hormigón que cubren los huecos que quedan entre viga y viga. La gran grúa que hace estas operaciones se dedica dos días a la instalación de vigas y uno a la colocación de las planchas.

Los trabajos en la calle van más allá, ya que ya se ha picado casi todo el cemento de la calzada de los números impares, la de sentido entrada a la ciudad. Incluso ya se ha hecho el hueco que ocupará la plataforma del tranvía. En la acera contraria también se ha abierto el espacio para el cajero que contendrá los conductos eléctricos de este nuevo medio de transporte.

Además, en este lado de la Gran Vía también se trabaja estos días en la sustitución de las conducciones de los diversos servicios, como se hace en todos los tramos del trazado.