ZARAGOZA

La DGA revisará el Palacio de Congresos cada mes para garantizar su buen estado

Controlará las condiciones de servicio en los eventos que se organicen a partir de ahora.

Una tormenta sobre el Palacio de Congresos, durante la Expo.
La DGA revisará el Palacio de Congresos cada mes para garantizar su buen estado
j. c. león

El Gobierno de Aragón revisará mensualmente el Palacio de Congresos de Zaragoza para garantizar a partir de ahora que su estado de mantenimiento es el adecuado y evitar cualquier "eventualidad" que afecte a la explotación. Así lo aseguraron ayer fuentes oficiales de la Consejería de Cultura, que han decidido tomar medidas tras revelar este diario las pasadas Navidades la cadena de incidencias y deficiencias que sufría este equipamiento emblemático de la Expo.

 

La solución no es extraordinaria, dado que el pliego de condiciones recogía por escrito esta potestad desde el primer día e incluso llegaba más lejos a la hora de garantizar el buen estado del edificio. "El Gobierno de Aragón podrá inspeccionar en todo momento el estado de conservación del Palacio de Congresos y señalar las reparaciones que deban realizarse, quedando el adjudicatario obligado a ejecutarlas a su cargo en el plazo que se le señale", indica el pliego.

 

El documento también establecía con claridad las obligaciones de la concesionaria, "obligada a conservar el edificio y sus instalaciones y equipamiento en perfecto estado de utilización, limpieza, higiene y ornato, realizando a su cargo el mantenimiento y las reparaciones ordinarias y extraordinarias que sean precisas".

 

Las citadas fuentes de la DGA indicaron que se han mantenido dos reuniones de la comisión de seguimiento, una en el verano pasado y otra en enero tras hacerse públicas las deficiencias, aunque incidieron en que no tuvo nada que ver. "En junio del año pasado no detectamos ningún problema estructural en el edificio y cuando se vieron las deficiencias, las analizamos en la segunda reunión y se realizó una inspección. Y el Palacio de Congresos estará impecable desde el próximo día 15", añadieron.

Para ello, la DGA ha recurrido a la garantía de obra con las constructoras del edificio, que enviaron hace tres semanas a una brigada que está acabando de arreglar las goteras y filtraciones distribuidas por tres plantas y los desperfectos en los baños, entre otras incidencias. En su mayoría son achacables al mantenimiento, por lo que no le corresponderían asumirlas. "El edificio no se acabó con prisas (como llegó a decir el director del Palacio, José Luis Laborda) y funcionó muy bien durante la Expo. Además, luego se hicieron obras de ajuste durante tres meses para adaptar el Palacio a los usos de congresos", sostuvieron las citadas fuentes oficiales de Cultura.

Desfase económico

Las cuentas públicas revelan un importante desfase en la propia construcción del equipamiento, que acumula un coste de 87,6 millones de euros. La obra civil debía costar 42 millones y el posterior equipamiento del edifico requería otros diez, por lo que la factura se ha disparado un 68,4%.

 

Pero el apartado de las obras no es lo que preocupa a la DGA, sino la posibilidad de que haya una fuga de clientes. Para tranquilizar a los congresistas, la Consejería de Cultura también dará "garantías políticas" de que las condiciones pactadas con la empresa concesionaria del Palacio, la catalana Fodimetac, se cumplen, por lo que también estará encima en todo momento, controlando la gestión. De hecho, han tenido que tranquilizar y comprometer que todo saldrá bien a los organizadores del congreso nacional de Hipertensión, que reunirá a más de 4.000 personas el próximo mes de marzo.

 

La DGA incidió en que el Palacio de Congresos es un proyecto a largo plazo, por lo que en su explotación se debe tener en cuenta la necesidad de ser competitivos en todo momento y evitar que problemas puntuales puedan afectar a su proyección. "Defendemos la mejor imagen", concluyeron.