TURISMO

Zaragoza consigue quitarse el estigma de ser considerada una "ciudad de paso"

Los turistas se quedan tres días y dos noches, aunque ahorran al máximo en alojamiento

Zaragoza. Que Zaragoza es una ciudad de paso es un mito que se viene abajo. Al menos, por los datos que manejan en el Ayuntamiento, donde afirman que ocho de cada diez turistas que pasan por la ciudad duermen en Zaragoza. Eso sí, la 'calidad' de este turismo es de perfil bajo porque, acaso por la crisis o por el auge de los mochileros, son pocos los que eligen hoteles de más de tres estrellas para pernoctar y se dispara, sin embargo, el uso del albergue, el camping y la 'ocupación' de casas de familiares y amigos.

"Quisimos hacer un estudio porque había algo que no casaba. Nosotros teníamos la percepción de que aumentaba el número de visitas y, sin embargo, los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) ofrecían otro panorama. Claro que el INE solo contabiliza los visitantes que se alojan en hoteles de 4 y 5 estrellas, y nosotros queríamos conocer la tipología de todos los visitantes de Zaragoza y ver los posibles cambios de tendencias", explicaba ayer la concejal delegada de Fomento y Turismo del Ayuntamiento, Elena Allué.

Allué, apenas un par de días antes de que abra sus puertas el Fitur de Madrid -la segunda mayor feria de turismo de Europa tras la de Berlín-, comentó las bondades turísticas de la ciudad, apoyándose en un estudio elaborado para el Ayuntamiento por la empresa Append Consultora, basado en 1.611 encuestas, realizadas en los últimos cuatro meses. De este trabajo se desprenden varias conclusiones interesantes, el titular de las cuales podría ser que los turistas califican a Zaragoza con una alta nota de 8,6 sobre 10, y prácticamente todos (97%) aseguran que recomendarán la visita a sus allegados.

Ciudad para volver

Apenas el 15% de los encuestados afirma que recaló en Zaragoza camino de otro destino, con lo que parece que la ciudad se arranca el sempiterno estigma de ser una mera escala de un viaje ajeno. Además, la percepción general es que los cambios experimentados con motivo de la Expo de 2008 han resultado muy positivos para la ciudad y 6 de cada 10 viajeros afirman que les gustaría volver a la capital aragonesa.

La crisis, que ha afectado al sector del turismo con crudeza (en 2009 se produjeron en toda España hasta un 15% menos de desplazamientos), se ha notado en Zaragoza de forma tangencial. Esto es, los turistas contienen el gasto y, por ejemplo, no contratan servicios organizados. El viajero que llega a Zaragoza tiene un perfil joven (33 años de edad media) y le gusta hacer la visita por su cuenta y riesgo. Además, como se ha dicho, las humildes pensiones le están ganando la partida a los grandes hoteles y un 23% recurre directamente a 'acoplarse' en domicilios familiares o de amigos.

Durante los últimos meses, sin embargo, Allué tiene la percepción de que el turismo "está remontando sus cifras, porque en el puente de la Constitución y en los fines de semana de enero su número se ha incrementado un 25% con respecto al mismo periodo del año anterior", afirmó la concejal, que quiso destacar el éxito de propuestas como el bus turístico o las rutas organizadas.

Entre las curiosidades del trabajo presentado ayer, destaca que la zona de la Expo se sitúa en el cuarto lugar de lo que más interés despierta entre los visitantes (siempre por detrás del Pilar, La Seo y la Aljafería) y también -para regalar los oídos de los zaragozanos- es reseñable que los visitantes valoren de la ciudad, ante todo, la hospitalidad de sus gentes. Después, en un segundo término, también tienen en cuenta su oferta monumental, así como su riqueza gastronómica.

Cuestiones espinosas

Allué también comentó algunas cuestiones de actualidad como la competencia que puede suponer para Zaragoza el recién inaugurado aeropuerto de Lérida. "No hay nada que temer, Zaragoza está muy bien posicionada y su situación estratégica hará que su aeropuerto continúe creciendo", dijo confiada en que Ryanair establezca en la ciudad su base de operaciones.

Asimismo, sobre la mala imagen que da el deterioro del Palacio de Congresos para el hipotético turismo profesional y de calidad, Allué admitió que había habido problemas pero "el Gobierno de Aragón ha tomado cartas en el asunto y Zaragoza debe competir por convertirse en la tercera ciudad de congresos de España por delante de Valencia o Bilbao. Esta polémica ha de zanjarse porque puede perjudicar nuestra imagen", sentenció la concejal.