Dos hermanos sufren heridas graves tras ser apuñalados por un vecino en un bar de Sestrica

Dos hermanos permanecen ingresados en el Hospital Clínico de Zaragoza con heridas graves después de que un vecino de Sestrica les apuñalara con una navaja en un bar de la localidad en la noche del pasado miércoles. Al parecer, el desencadenante de los hechos fue una reyerta previa entre el agresor, Arturo S. T., su hermano, Pedro, y las víctimas por causas que todavía se desconocen. La Guardia Civil detuvo al primero de ellos, un sestricano de 39 años que se autoinculpó como único autor de los hechos.

La pelea comenzó sobre las 21.00 en el interior del bar El Molinete, ubicado en la calle de Ramón y Cajal. En ese momento no había muchos clientes en el establecimiento, que había estado mucho más lleno. Como consecuencia del enfrentamiento, parte del mobiliario y la vajilla del local acabaron rotos. Después, el agresor sacó una navaja y, ya fuera del local, agredió a los dos jóvenes de origen rumano en el tórax, la espalda y el abdomen. Según algunos testigos, el agresor podría haber ido a buscar el arma a su casa, aunque este extremo no pudo ser confirmado.

Las víctimas salieron del local, cada uno por una puerta del establecimiento. Uno corrió hacia el otro bar del pueblo, La Cueva, y, según explicaron los vecinos, se desplomó antes de entrar y pidió que avisaran a la Guardia Civil. No obstante, en el bar le colocaron gasas para taponarle las heridas y evitar que siguiera saliendo sangre. El otro huyó hacia su casa, donde estaba su pareja, que es enfermera, que también avisó a la Benemérita.

Según concretó la Delegación del Gobierno en Aragón, los jóvenes agredidos con arma blanca son los hermanos de madre Simeón M., de 28 años y vecino de Morés (aunque antes vivía en Sestrica), y Florián A., de 30 y residente en el municipio.

Las mismas fuentes añadieron que el primero recibió un pinchazo en la zona abdominal y el segundo en el tórax y en la espalda. Ambos heridos fueron trasladados hasta el hospital Clínico de Zaragoza y su pronóstico es grave.

El bar, precintado

En el momento en el que ocurrieron los hechos, los dueños del bar no estaban y detrás de la barra se encontraba un camarero que contratan en ocasiones puntuales cuando estos no pueden atender el negocio. De hecho, el matrimonio que regenta el local, que vive justo encima del establecimiento, ni siquiera escuchó ningún ruido pese a que se encontraban en su domicilio viendo la televisión.

"Nos llamaron al timbre y nos dijeron que bajáramos porque había ocurrido algo", comentaban ayer estos vecinos del pueblo. "Hace 37 años que tenemos el establecimiento y nunca había pasado algo parecido", añadían apenados por el cierre del local, que fue precintado por la Guardia Civil momentos después del suceso. "Todavía no hemos podido ver ni los daños que nos han ocasionado", comentaban.

Otra vecina del pueblo contó que esa misma tarde se había encontrado a Florián paseando con su novia por las inmediaciones de una caseta de campo en la que ella estaba merendando. "El joven, muy amable, nos ofreció llevarnos en coche hasta casa pero queríamos pasear", añadió. Al 'musculitos', como le llaman, "es muy trabajador y buena persona". "Se le veía muy contento con la novia y, fíjate, el pobre ahora está muy grave", concluyó.